El Partido Popular en el Parlamento Europeo ha mostrado la puerta de salida al mandatario húngaro, Viktor Orbán. El 84% de los eurodiputados del PPE han votado a favor de cambiar las reglas internas para facilitar la suspensión e incluso expulsión de una delegación nacional al completo.
La formación de Orbán no ha esperado a los movimientos del PPE y, directamente, ha abandonado el grupo de manera voluntaria. El presidente húngaro ha dirigido una carta a Manfred Weber asegurando que estos movimiento "limitan la capacidad de nuestros diputados para llevar a cabo sus funciones como miembros electos del Parlamento Europeo y priva a los votantes húngaros de su derecho democrático". Además, ha calificado el gesto como "un movimiento hostil contra el Fidesz", el partido de Orbán.
We will not let our MEPs be silenced or limited in their capacity to represent our voters. Tackling the pandemic and saving lives remains our number one priority. Therefore, following the adoption of new rules in the @EPPGroup, #Fidesz has decided to leave the Group. pic.twitter.com/WSx1PmtKQ8
— Katalin Novák (@KatalinNovakMP) March 3, 2021
El partido de Orbán ya llevaba dos años suspendido en el Partido Popular Europeo por sus críticas al expresidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. El presidente del PPE, Donald Musk también expresidente del Consejo Europeo, tenía pendiente su decisión sobre el futuro del Fidesz dentro de la formación conservadora.
Múltiples rencillas
Lo cierto es que Viktor Orbán ha sabido cómo labrarse todo tipo de guerras dentro del PPE. El mandatario húngaro ha abierto guerras con todas las familias de la formación europea: en el caso de los democristianos, por su política antiLGTBI y en contra de los derechos civiles o la migración; para los populares, por sus mofas sobre Jean-Claude Juncker.
Y, en el caso de todos, cuando se dedicó a realizar chantajes con los fondos de rescate rechazando que el dinero estuviera vinculado al cumplimiento del Estado de Derecho en su propio país. Su mano derecha en Bruselas, Tamas Deutsch, llegó a comparar al líder del PPE en la Eurocámara, Manfred Weber, al que ahora dirige la carta de renuncia Orbán, con prácticas de la Gestapo.
El PP en la Eurocámara ya había llamado a los 12 eurodiputados del Fidesz a reflexionar sobre la conveniencia de permanecer en el Partido Popular Europeo y si sus convicciones realmente podían estar representadas en esta formación.
A falta de conocer qué movimiento realizará Orbán, su delegación pasaría al grupo de los no inscritos, junto a los independentistas catalanes o el Movimiento 5 Estrellas. Esto les dejaría sin apoyo e infraestructura que implica la pertenencia a un grupo, así como sin los turnos de palabra que corresponden a los grupos más grandes y sin acceder a presidir comisiones parlamentarias.
Falta conocer si negociarán su acceso a otros grupos como el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, donde se encuentran sus socios del PiS en Polonia y VOX. También Identidad y Democracia, donde están los partidos de Marine Le Pen y Matteo Salvini.