El fiscal general de Noruega, Jorn Sigurd Maurud, ha ofrecido, "en nombre de la fiscalía del país nórdico, las más sinceras disculpas" a Viggo Kristiansen, un hombre encarcelado desde 2001 porque fue considerado culpable de la violación y asesinato de dos niñas de ocho y 10 años de edad.
Kristiansen siempre proclamó su inocencia, incluso después de haber salido de la cárcel en 2021, tras cumplir la totalidad de su condena y ahora, tras la reapertura del caso, se ha descubierto que la investigación tenía grandes fallos que entonces no se tomaron en consideración, por lo que el fallo que vivió Kristiansen se ha calificado como el error judicial más grave de toda la historia de Noruega.
Las dos niñas que fueron asesinadas, Stine Sofie Sorstronen y Lena Slogedal Paules, se bañaron en un lago en mayo de 2000. El hallazgo posterior de sus cadáveres causó una profunda conmoción en Noruega.
Kristiansen fue incriminado por otro acusado, Jan Helge Andersen, que obtuvo algunos beneficios en su sentencia por colaborar con la policía en esclarecer los hechos. Pasados 20 años se descubrió que su testimonio era incongruente, que las pruebas de ADN no señalaban a Kirstiansen y, sobre todo, que el geolocalizador de su teléfono móvil le situaba lejos del lago cuando ocurrieron los hechos.
20 años en la cárcel
La víctima de este error judicial ha abandonado la cárcel 20 años después de su entrada, en 2021, cuando ha cumplido 43 años. "El caso ha tenido consecuencias profundamente trágicas, en particular para el señor Kristiansen, que cumplió más de 20 años de prisión y fue privado de grandes partes de su vida", ha reconocido el fiscal general de Noruega, que ha prometido la apertura de una comisión independiente para investigar lo sucedido.
El abogado de Kristiansen ha señalado que su cliente podría reclamar ahora una indemnización de unos 30 millones de coronas, el equivalente a unos tres millones de euros.