Iván y José acumulaban más de 40.000 seguidores en la red social Instagram y se hacían conocer como Los Petazetaz. En redes sociales habían alcanzado gran popularidad como influencers, una vía a través de la que llamaban la atención de menores de edad a las que, posteriormente, drogaban y violaban en una vivienda de Villa de Vallecas. Hechos que fueron grabados y difundidos a través de redes como WhatsApp.
Ambos han sido puestos en libertad tras su detención en enero por la presunta violación a varias menores. Se han constatado cuatro víctimas y cinco agresiones. El juez decretó en un primer momento prisión provisional solo para el mayor de ellos como presunto autor de dos delitos de agresión sexual, uno de violación, exhibicionismo, pornografía infantil y cinco delitos contra la salud pública. Sin embargo, hace unos días revocó la medida y le concedieron la libertad a la espera de que continúen las pesquisas.
En redes sociales acumulaban cientos de publicaciones de diversa índole, en las que aparecían entrevistando a todos los viandantes que se cruzaban, publicitando refrescos o saliendo de fiesta. En una de sus últimas publicaciones, por ejemplo, uno de ellos aparece comiendo carbón.
Ambos hacen alusión a las fiestas y discotecas en sus vídeos, que acumulan en muchas publicaciones miles de 'me gusta'.
También aparecen protagonizando escenas en las que mencionan una bebida energética, que también acumula un elevado número de 'me gusta' en sus redes y que se encuentra en la línea de algunas de sus publicaciones.
Acusados
La investigación señala que los acusados llevaban a las menores al domicilio de uno de los detenidos, en Villa de Vallecas. Allí consumían sustancias estupefacientes por las que ellas veían anulada su voluntad. Además, empleaban sus teléfonos móviles para grabar los encuentros y la vivienda también contaba con una instalación de cámaras de seguridad.
La investigación de este caso comenzó en diciembre, tras recibir una denuncia de una joven que informaba de un posible caso de abuso de menores en una vivienda de Vallecas. Dentro de la vivienda se consumían diferentes sustancias, como GHB líquido que denominaban 'chorri' para comprobar quién "doblaba" antes, cocaína rosa o marihuana.
Cuando se habían consumado estos pasos, intentaban y se podían las relaciones sexuales con las jóvenes, en un contexto en el que las menores habían consumido grandes cantidades de sustancias estupefacientes. Cuando se negaban, las intimidaban, según la investigación, echándoles en cara el consumo de las sustancias a las que les habían invitado.
En todo momento, los acusados aprovechaban la fama que habían alcanzado en las redes sociales para llegar a las denunciantes. De hecho, era habitual que ellas contactasen en un primer momento a través de sus perfiles para que, después, se produjera la invitación.