La campaña de odio hacia los menores transexuales que Hazte Oír ha llevado a cabo en España ha cruzado el charco. Un autobús de similares características ha circulado a lo largo y ancho de varias ciudades del país norteamericano "gracias" a la financiación que le han otorgado instituciones como la 'Organización Nacional por el Matrimonio' o el 'Observatorio Internacional de la Familia', dos asociaciones que no se caracterizan por ser especialmente respetuosas con la libertad.
El autobús ha estado lanzando mensajes como "es biología: los chicos son chicos y siempre lo serán. Las chicas son chicas y siempre lo serán. El sexo no se puede cambiar. Respetemos", junto a lo que incluyen el siguiente lema: "el autobús de la libertad de expresión".
Para luchar contra la discriminación que promueven estas asociaciones -y con el fin de que los afectados se desahogen un poco-, un diseñador de videojuegos llamado Aquma ha querido lanzar el 'Ignorance Fighter II'.
A golpes contra la discriminación
Con unas reglas muy sencillas -básicamente, pulsar cualquier botón del teclado- la idea que nos presenta es poder golpear el vehículo financiado por la organización yunquista en todo un remake del legendario videojuego 'Street Fighter II', del que obtiene el concepto y los personajes en los que se basa todo. Eso sí, asegura que todo es parte de una crítica y en ningún caso la empresa que ha lanzado el videojuego original se ha implicado en él.
"Las personas transexuales, homosexuales, de género no binario... todas han estado ahí, intentando derribar las barreras con los videojuegos experimentales mucho antes de que fuera tan guay o accesible como ahora", ha declarado al diario The Huffington Post.
Gracias a esta industria he hecho amistad con muchos diseñadores de videojuegos de mucho talento que han sido una inspiración para mí y que están siendo marginados por esta campaña intolerante. Así que, para contraatacar, este 'videojuego de la libertad de expresión' es la manera adecuada de abordar este tema de una forma poco agresiva pero irónica y seria al mismo tiempo
El videojuego es totalmente gratuito y, aunque alguno ya se haya planteado si es ético que se haga divertimento sobre la destrucción de una propiedad privada, Aquma responde: "¿Por qué os preocupáis más por la destrucción de un autobús que por la destrucción de la vida de una persona? Las campañas anti LGTB como esta permiten que se planteen políticas y leyes que se basan en estas ideas: permiten la discriminación institucionalizada. Es una locura. Además, tranquilizáos. Los videojuegos son obras de ficción".
A martillazos
El videojuego de Aquma es toda una simulación, pero lo cierto es que el autobús transfóbico, al igual que en España, no ha sido recibido con "especial cariño" entre la población. La idea inicial era que el vehículo partiese de la Gran Manzana para, en las siguientes dos semanas recorriese otras ciudades como New Haven, Boston, Filadelfia o Washington D.C.
Sin embargo, a las pocas horas de comenzar su recorrido, varias personas habían atacado el autobús, llenándolo de pintadas pidiendo respeto hacia las personas trans, así como golpeándolo con bates de béisbol y martillos, que han abierto algún que otro agujero en el autocar.
Con ello, la sociedad muestra su descontento con una campaña retrógada que pide el rechazo a menores de edad por su simple identidad. Una sociedad que, parece ser, avanza poco a poco.