La publicación del vídeo de 'La Manada', en el que El Prenda y sus cuatro colaboradores perpetran una violación múltiple contra una joven, ha provocado un fuerte revuelo a nivel nacional.
La Justicia asegura que no aprecia la violación y se ha limitado a condenar a los responsables como meros autores de un delito de abusos sexuales, lo que ha servido para limitar la pena hasta los nueve años de cárcel.
En mitad de esta polémica, un usuario de Forocoches y Burbuja.info ha aprovechado para cruzar datos y filtrar los datos personales de la víctima y fotogramas sensibles del delito. Una completa agresión contra una joven que simplemente quiere olvidar este duro capítulo.
La Policía ya ha actuado de oficio y está investigando los posibles autores de estos delitos. Gracias a ello, los hilos de estos foros han desaparecido y las cuentas en redes sociales en las que se difundió el material se encuentran suspendidas.
Las autoridades no han tardado en condenar los hechos y, como se dice popularmente, 'ponerse la medalla'. El problema ahora se centra en la huella digital, es decir, las dificultades que entraña borrar un contenido que se está difundiendo a través de múltiples servidores en redes.
¿Quién filtró los fotogramas del vídeo? ¿Cómo se pudo acceder a un material tan sensible que, supuestamente, debería estar protegido? ¿Quién ha pasado horas cruzando datos para localizar a la víctima? ¿Con qué fin?
Actuaron con consciencia
Todas estas incógnitas que hemos mencionado dependerán del desarrollo de las investigaciones. Sin embargo, los autores de estos delitos actuaron en todo momento sabiendo lo que hacían. Sus comentarios en los mencionados foros lo demuestran, por lo que su defensa quedaría prácticamente anulada: "Vamos a morir por publicar el vídeo en el que sale en el 0:22".
Estos hechos constituyen varios delitos contemplados en el Código Penal. En concreto, un delito de descubrimiento, revelación y difusión de secretos (contemplado entre los artículos 197 a 201). Las personas que hayan investigado y difundido este material se enfrentarán "a penas de prisión de dos a cinco años si se difunden, revelan o ceden a terceros los datos o hechos descubiertos o las imágenes captadas a que se refieren los números anteriores".
Esos "puntos anteriores" recogen explícitamente "descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento" y "sin estar autorizado, se apodere, utilice o modifique, en perjuicio de tercero, datos reservados de carácter personal o familiar de otro que se hallen registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado". En este caso, el delito aumentaría la pena de prisión a uno o cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses. Unas consecuencias penales que suponen una gran huella para los autores de estos delitos.
Por otro lado, las personas que difundan los mismos datos, es decir, que compartan el contenido de las investigaciones, las fotografías y las capturas del vídeo, podrán enfrentar las mismas penas.
Sin embargo, todos deberíamos realizar una reflexión personal sobre qué lleva a que nuestra sociedad se deje llevar por el morbo que, al parecer, entraña este caso. ¿Por qué se despierta el interés de presenciar una violación?
