La difusión de un vídeo de gente desnuda divirtiéndose con el clásico juego del pilla-pilla en una cámara de gas el campo de concentración nazi situado en la localidad polaca de Stutthof ha generado una gran polémica. Las imágenes, que fueron grabadas hace dos años, han provocado que diversas organizaciones judías y grupos de supervivientes del Holocausto se pronuncien al respecto reclamando explicaciones y responsabilidades.
El vídeo en cuestión fue presentado en el año 2015 en el Museo de Arte Contemporáneo de Cracovia puesto que formaba parte de la exhibición 'Polonia-Israel-Alemania. La experiencia en Auschwitz', que contó con el apoyo de la Embajada israelí en Varsovia. Sin embargo, ahora ha desatado la indignación por su falta de respeto a las víctimas del Holocausto.
Aunque la grabación ya ha sido eliminada de la página web del Museo, en las imágenes se pueden ver a varios hombres y mujeres completamente desnudos en el interior de una cámara de gas mientras disfrutan jugando y riendo, sin importar el contexto en el que se encuentran y el valor histórico del lugar.
La protesta no se ha podido presentar formalmente hasta ahora porque primero tenían que averiguar el campo de concentración en el que se habían producido los hechos y la cámara exacta en la que fue grabado el vídeo. El abogado de la investigación, David Chamber, fue el responsable de desvelar el resultado de las pesquisas y revelar el lugar donde había sucedido todo.
Una falta de respeto a las víctimas del Holocausto
Antes y después de la Segunda Guerra Mundial seis millones de judíos murieron asesinados por los nazis, muchos de ellos en Polonia. Las cámaras de gas era el método de ejecución predilecto del nazismo, un auténtico infierno para todas esas personas a las que les arrebataron la vida. Por este motivo, como era de esperar, las protestas iban a llegar tarde o temprano por la falta de respeto y sensibilidad del vídeo que muestra a la gente jugando y desnuda en una de esas cámaras.
Efraim Zurof, director de la oficina israelí del Centro Simon Wiesenthal, ha explicado tajantemente que desean encontrar a los responsables de las imágenes. "Queremos saber quién dio permiso para grabar, por qué nadie protestó por este vídeo y cómo fue posible filmarlo", aclaró Efraim Zurof.
Las reclamaciones se dirigen directamente tanto a los responsables y gestores del antiguo campo de concentración como al Gobierno polaco. Por su parte, el Museo retiró temporalmente de la exposición las imágenes, pero volvió a incorporarlo a la exhibición alegando que era parte de la libertad de expresión artística.