Hace 26 años que Antonio Anglés violó, torturó y mató a Miriam, Toñi y Desirée. Junto a Miguel Ricart protagonizó un triple crimen, conocido públicamente como el caso Alcásser, que escandalizó a todo un país por la juventud de las víctimas (entre 14 y 15 años), la brutalidad del asesinato y la sobre exposición mediática del caso. Ahora, varias generaciones relacionan el nombre de la población valenciana en la que todo sucedió con uno de los episodios más oscuros de España.
Un cuarto de siglo después, Netflix ha realizado un documental sobre este crimen, forzando el recuerdo de este triple asesinato. Una producción que recupera lo ocurrido con una interesante contextualización de la época a base de imágenes de archivo que hablan por sí solas. Pero dentro de esta serie falta un episodio dedicado a Antonio Anglés, el principal culpable, y su posterior desaparición. La fuga que ha supuesto uno de los mayores misterios todavía abiertos a día de hoy.
Por este motivo, el medio de investigación El Cierre Digital ha publicado un reportaje sobre la vida de la familia del asesino fugado, quiénes eran y qué ha sido de ellos. Cabe recordar que en los 90 esta familia se dio a conocer en los platós de televisión de 'Esta noche cruzamos el Mississippi' en Telecinco o 'El jui del Alcàsser' en Canal 9. En estas apariciones públicas ellos mismos contaron que la madre de la familia, Neusa Martíns, tuvo 10 hijos de los que sobrevivieron 8. Que siempre fueron de clase baja y que vivieron continuamente vinculados a la delincuencia y la droga.
Enrique, Kelly y Mauricio, los más polémicos
De todos los hijos, Antonio se alzó como el líder de la familia y aprovechó su posición para maltratar a sus hermanos y a su propia madre. Y de todos los hermanos, los más mediáticos fueron Kelly, Enrique y Mauricio, que acudieron a los platós con asiduidad para sembrar dudas sobre el asesinato y retorcer el hilo del caso todavía más a cambio de cantidades indecentes de dinero. Entre otras muchas polémicas, los hermanos del asesino se dedicaron a mantener viva la teoría de la conspiración que Juan Ignacio Blanco sembró y con la que estrujó el corazón de todos los españoles.
El periodista Joan M. Oleaque hizo para el libro 'Desde las tinieblas: Un descenso al caso Alcásser' un crudo retrato de la familia del asesino más buscado de España. Buen conocedor de la familia desde la adolescencia de los hijos, dedica unas interesantes palabras a Enrique, uno de los hermanos más polémicos en el caso. Su nombre estuvo vinculado con el asesinato porque apareció desde el principio en un volante médico descubierto en el lugar donde encontraron los cuerpos sin vida de las niñas.
Enrique fue detenido y la policía entonces descubrió su retraso cognitivo y su inocencia dentro del crimen, a pesar de que él mismo aseguró, en uno de sus habituales delirios, haber matado a las niñas porque había estado con ellas en una discoteca y éstas se habían negado a tener relaciones con él. Oleaque dice sobre Enrique que dentro de sus limitaciones, a veces tenía momentos de lucidez. A día de hoy Enrique vive con su madre y parece haberse vueltomuy violento. Pero Neusa nunca quiso que Enrique ingresara en un psiquiátrico, como si oucrrió con otro de sus hijos. Junto a ellos vive Roberto, otro de los hermanos, este enganchado a las drogas y en fase de no recuperación.
Kelly, el pseudónimo tras el que vivía y sigue viviendo Dolores, fue uno de los rostros de la familia más populares por su extravagancia y sus polémicas apariciones en televisión, siempre oculta tras una peluca rubia y unas gafas de sol. Según su versión, su hermano, al que acusó de maltratarla, ha muerto. La vida de Kelly, como la de toda la familia, cambió por ser la hermana de Antonio: perdió su trabajo y aprovechó el dinero que ganó en televisión para irse a Las Vegas, donde trabajó como artista de cabaret. Una de sus últimas apariciones en televisión fue en 2012, cuando apareció en el talent show de Telecinco 'Tú sí que vales', y protagonizó un momentazo televisivo al recibir la dura crítica de Risto Mejide: "has hecho el más grande de los ridículos".
Sospechoso bienestar económico
Otro polémico nombre alrededor del caso es el de Mauricio Anglés, con el que se especuló como posible partícipe en el triple crimen. Miguel Ricart chantajeó a la familia en su momento para tener un careo con el joven desde la cárcel, pero finalmente el joven no llegó a ser imputado por el crimen, aunque durante todos estos años las dudas sobre su vinculación ha persistido.
Lo cierto es que en lo económico, a la familia Anglés, que ahora utiliza el apellido de la madre, Martíns, les ha ido bastante bien. En este sentido, Mauricio destaca por la gerencia de un restaurante en el centro de Valencia, la titularidad de una empresa de construcción y la posesión de varias gasolineras. Pero esto no le ha hecho estar exento de polémicas relacionadas con el crimen y la violencia: en abril de 2018 fue acusado de extorsionar, agredir y retener durante horas a un empresario en una de sus gasolineras, junto con sus hermanos Carlos y Roberto.
Por su parte, Neusa tiene una pensión de 2.000 euros y varias viviendas en propiedad. Con este y otros ejemplos, como la reforma integral de la casa familiar, y siempre asesorados financieramente por Kelly, la familia Anglés, ahora Martíns, ha levantado durante años muchas sospechas por la contínua mejora de sus condiciones de vida. La realidad es que tras el crimen de Antonio, su familia supo reponerse y aprovechar la oportunidad que se les brindó para rehacer sus vidad de una manera mucho más favorable que a las familias de Miriam, Toñi y Desirée.