El futbolista brasileño Dani Alves se encuentra en la prisión de Brians 2 (Barcelona), a la espera de conocer la sentencia judicial, acusado de violar a una joven de 23 años en el baño de la discoteca Sutton el 30 de diciembre de 2022.
Alves se encuentra interno en un módulo en el que coincide con otros presos que también cumplen condena por delitos contra la libertad sexual. Las autoridades penitenciarias le han asignado una celda exclusivamente para él, un gesto que recalcan que no representa un privilegio porque está vinculado a las tareas que realiza dentro de la unidad.
A pesar de todo, durante los primeros días en la cárcel, sí fue recluido junto a otro preso para acostumbrarse a la rutina y la vida dentro del centro penitenciario, una práctica habitual en las prisiones. Este proceso duró poco tiempo y posteriormente comenzó a trabajar en el módulo en limpieza y mantenimiento. Los presos situados en este módulo se levantan antes que el resto y, por este motivo, son recluidos en celdas individuales para no interrumpir la rutina del resto de sus compañeros.
Dani Alves despierta, de este modo, antes y realiza sus tareas para posteriormente, continuar durante la mayor parte de la jornada practicando ejercicio en el patio del módulo, aunque también detiene esta práctica para comer y descansa en la celda.
Durante este tiempo ha perdido peso, tiene más pelo y un aspecto desmejorado. Hasta la fecha no se ha activado ningún protocolo de emergencia o antisuicidos en la prisión durante toda su estancia en la prisión en la que se encuentra actualmente.
En la prisión se encuentra un equipo de educadores y profesionales sociosanitarios, que también incluye la labor del personal penitenciario, con el objetivo de velar por la salud de los internos y atender cualquier conducta problemática que se produce dentro de las instalaciones.
Es habitual el desgaste emocional en los presos durante los días posteriores a los juicios, sin embargo, los protocolos en este sentido solo suelen activarse cuando se presentan casos extremos, como patologías diversas en los internos.
El futbolista, por el momento, no padece este problema y se ha integrado en la rutina de la cárcel, donde también juega al fútbol con otros presos y colabora en el economato.
A la espera de conocer la decisión judicial
El futbolista espera, mientras tanto, para conocer su futuro judicial. El tribunal encargado del caso, la sección 21 de la Audiencia de Barcelona, ha convocado este jueves 21 de febrero a todas las partes en el procedimiento para avanzar qué decisión adopta.
Mientras que la defensa del jugador ha solicitado libertad, la Fiscalía pide en estos momentos una pena de prisión de 9 años, mientras que la acusación particular reclama 12 años de cárcel. Se investiga en este caso la presunta agresión sexual que cometió a una mujer en los lavabos de la discoteca Sutton de Barcelona a finales de 2022.
