Han pasado más de cuatro años desde que Carlota Prado, exconcursante de la decimoctava edición de 'Gran Hermano', bautizada comp 'GH Revolution', sufriera una presunta agresión sexual por uno de sus compañeros de reality con el que había iniciado una relación sentimental dentro de la casa. Ahora, a pocos días de que se celebre el juicio el próximo 8 de febrero, la exconcursante tiene más ganas que nunca de que se haga justicia.
Desde aquel momento Carlota Prado se enfrentó a todo tipo de opiniones, incluso hubo una época en la que nada más salir del concurso llegó a recibir insultos y amenazas a través de las redes sociales. Para recomponer su estado anímico, la concursante se vio obligada a cambiar totalmente de vida.
Cuando entró en el programa, la malagueña era directora y promotora de dos discotecas en Marbella, había sido campeona de ajedrez en Andalucía y ya cuando entró a la casa tenía inclinaciones artísticas, aunque en su presentación al reality se definía como "emprendedora".
Ahora, Prado ha decidido unir ambas facetas, tanto la artística como la emprendedora, para seguir su futuro. Al mismo tiempo que se encuentra volcada en la preparación de una línea de cosméticos que quiere lanzar y para los que ya está haciendo pruebas en el laboratorio, la andaluza se encuentra también preparando varios temas para lanzar al mercado.
Además de cantar, el resto del tiempo lo dedica a escribir, hacer deporte, comer sano y reflexionar sobre algunas de las otras actividades que llenan su tiempo. Después del proceso judicial, la malagueña valora mudarse a Madrid, Ibiza o Barcelona para lanzar allí sus productos y empezar una nueva vida tras cerrar un trágico capítulo en su vida.
El juicio
El juicio contra José María López, acusado de agresión sexual contra Carlota Prado, se celebrará el próximo 8 de febrero. La acusación expone que el 19 de septiembre de 2017, él habría abusado sexualmente de ella mientras esta permanecía completamente inconsciente debido a los efectos del alcohol ingerido durante una fiesta en la casa del reality.
De este suceso, Carlota Prado acusa formalmente a José María López, así como también a Zeppelin, productora del programa, por no haber hecho nada para evitarlo y por la forma en la que gestionaron después la presunta violación sexual.
