La entrada de Ana Julia Quzada en prisión vino acompañada de todo un operativo especial como consecuencia del gran tratamiento mediático que recibió el caso. Las autoridades del Centro Penitenciario de El Acebuche (Almería), donde permanece desde su detención el pasado mes de marzo, temían que el resto de presas pudieran tomarse la justicia por su mano.
Para evitar represalias o que la propia asesina confesa de Gabriel pudiese correr riesgos, las autoridades le asignaron un presa de confianza que permanecía junto a ella durante las 24 horas del día.
Se trata de la aplicación del artículo 75 del régimen penitenciario. Pero, con el paso de los días, la situación ha cambiado. Al contrario de lo que todos los especialistas pensaban, Ana Julia se ha integrado a la perfección con el resto de compañeras y ha mostrado gran interés a la hora de participar en todo tipo de iniciativas.
Por todo ello, se ha constatado que su vida no corre peligro y finalmente ha recibido un régimen normalizado y sin ninguna persona que la vigile de cerca permanentemente. Gracias a ello, tiene la oportunidad de formar parte de todas las actividades que se programan diariamente en el centro.
Por otro lado, el grueso de su día a día se compone de una rutina que incluye visitas al gimnasio, a la biblioteca y a la peluquería. La monotonía se rompe con cursos de todo tipo que, como indica Instituciones Penitenciarias en su página web, incluyen los siguientes "más demandados": talleres de hilos, pintura, música, marquetería, teatro, espejos, cursos de informática y cursos de desarrollo personal.
Por otro lado, también puede disfrutar de otro tipo de actividades enfocadas a estimular las cualidades formativas y motivación cultural de los reos. Entre ellas, se incluyen concursos de pintura, narrativa, artes plásticas, cante o baile. Todo ello, según el Ministerio del Interior, con el fin de que "valoren y potencien actitudes positivas hacia su persona y hacia el resto del colectivo personal".
Si el recluso, en este caso Ana Julia, no tiene intención de participar activamente, puede optar por acudir a las actividades calificadas como 'difusión cultural'. En ellas, se incluyen como "más demandadas", algunas como la asistencia a representaciones teatrales, actuaciones musicales, conferencias, exposiciones y proyecciones de vídeo o cine.
A la espera de la llegada de su ropa de invierno
Mientras disfruta de todas estas actividades, Ana Julia Quezada se encuentra a la espera de poder recibir la ropa de invierno que solicitó ante las autoridades. Actualmente solo cuenta con la de verano, que ha ido recibiendo poco a poco gracias a la labor de sus abogados.
El resto de la ropa que utilizará en cuanto llegue el frío, será nuevamente entregada por tandas, por lo que la asesina confesa de Gabriel Cruz tendrá la oportunidad de tener todos sus enseres en prisión en cuestión de tiempo.
