El famoso desfile de los ángeles de Victoria's Secret llegaba a su fin tras una bajada impresionante de audiencia: 3,3 millones de espectadores en 2018, mientras que cinco años atrás más de 9,7 millones de personas se congregaban para ver desfilar a las modelos.
Quizá la cancelación, la pérdida de ventas también la baja audiencia han provocado que las modelos se hayan sentido con la fuerza y seguridad suficiente para desvelar que durante años fueron víctimas de acoso sexual por parte de dos altos cargos de la compañía. Algunos empleados de la marca también han denunciado la cultura machista, la intimidación, la misoginia y la vergüenza corporal que hacían sufrir a las modelos.
El New York Times ha revelado estas acusaciones en un amplio artículo de investigación, para el que han entrevistado a más de 30 ejecutivos de la empresa, diferentes empleados, contratistas, modelos actuales y modelos anteriores.
Sospechas y traficantes sexuales
Ed Razek es el eterno señalado. El exejecutivo de L Brands, la compañía de la marca, es el principal sospechoso, que habría intentado besar y tocar a las modelos, pidiéndolas que se sentaran en su regazo y exigiéndoles que se desnudaran ante él. Una de las víctimas de este magnate fue la aclamada Bella Hadid, modelo que participó incluso tres veces en el show como uno de los ángeles de VS.
La situación se habría dado durante el desfile de 2018; según varios testigos, Razek se sentó en un sofá mientras la miraba cuando se estaba arreglando la ropa interior para salir a desfilar. En aquel momento, según los testimonios, el hombre le habría espetado "olvídate de las bragas", a la vez que se veía con derecho a enaltecer sus "perfectos" pechos.
Asimismo, según otros testigos, Hadid no habría sido su única víctima. Otros testimonios confirman haberle visto con la mano en la entrepierna de otra de las modelos, justo antes de salir al desfile.
Sin embargo, Razek no es el único. También se ha denunciado a Leslie Wexner, fundadora y directora ejecutiva de L Brands. Wexner habría sido conocedora de los hechos, y en lugar de actuar contra Razek, optó también por denigrar a las mujeres. Asimismo, existen informes que aseguran que Wexner tendría estrechos vínculos con Jeffrey Epstein, traficante sexual que administraba algunas de las finanzas y que se hacía pasar por un supuesto "reclutador de ángeles de Victoria's Secret".
Castigadas sin trabajo
Las modelos, además, no solo fueron víctimas de la misoginia y del acoso sexual, sino que, como bien señala el New York Times, fueron castigadas por denunciar estos tipos de comportamiento.
Andi Muise, modelo canadiense de 33 años, trabajó para Victoria's Secret y finalmente fue despedida tras rechazar las intenciones de Razek. En 2007, el hombre la habría invitado a cenar y durante la velada habría intentado besarla en varias ocasiones ignorando su negativa e incomodidad. Asimismo, durante los meses posteriores le envió varios correos inapropiados en los que incluso le propuso mudarse con él a la República Dominicana: "¡Necesito un lugar sexy para llevarte!". Los rechazos de Andi provocaron que no la llamaran para participar en el desfile de 2008, por primera vez en cuatro años.
Alison Nix, otra conocida modelo estadounidense que ha trabajado para marcas como Dior, Hugo Boss o Dolce & Gabbana, entre otros, contó que en 2010 le invitaron a participar en un evento para recaudar fondos en una isla privada del Caribe, propiedad de Richard Branson. Para ello solo tenía que comprometerse a cumplir un requisito: posar desnuda en la playa para una sesión con el fotógrafo Russell James.
"Nos llevaron a un barco e intentaron flirtear con nosotras. Todas nos preguntábamos, '¿estamos aquí como prostitutas de lujo o por un asunto de beneficencia?'", relató la joven. Tras ello, no volvió a ser contactada por Victoria's Secret.
La compañía y los acusados
Tales acusaciones y testimonios fueron contestados por uno de los portavoces de Limited Brands, que aseguró que la compañía había hecho "avances significativos" en las práctica de trabajo. "Lamentamos cualquier instancia en la que no conseguimos ese objetivo. Estamos comprometidos con la mejora continua y la responsabilidad completa", alegó, sin negar las acusaciones que les envolvían.
"Las acusaciones en este informe son categóricamente falsas, malinterpretadas o sacadas de contexto", alegó Ed Razek al Times. "He tenido la suerte de trabajar con innumerables modelos de talla mundial, profesionales talentosas. Nos orgullece el respeto mutuo que tenemos el uno hacia el otro".
Sin embargo, a pesar de su negativa, los testimonios señalan que las actitudes eran conocidas y simplemente se trataba de ocultarlo."Lo más preocupante era lo arraigado que estaba ese comportamiento. El maltrato era tomado en broma y aceptado como normal, y quien intentaba hacer algo era ignorado y castigado", alegó Casey Crowe Taylor, antigua trabajadora de relaciones públicas de la empresa.