La victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE podría suponer un completo cambio en el mapa autonómico del partido socialista. Prácticamente la totalidad de barones (a excepción de la líder balear, Francina Armengol), apoyaron a la actual presidenta andaluza, algo que no gustó en las filas del actual secretario general.
Ahora, la celebración de los congresos regionales puede amenazar el liderazgo de cada una de las formaciones autonómicas. La principal rival de Sánchez, Susana Díaz, ya ha adelantado el Congreso andaluz con el fin de reafirmarse en su cargo ante una posible purga en el partido. Díaz reconoció ante sus compañeros la situación de debilidad con la que ahora cuenta: "En las primarias me han dado una buena hostia", recoge el diario El Español.
Ahora, los movimientos de los barones están enfocados a la reconciliación con el líder. El que más ha avanzado en este sentido, ha sido el líder extremeño, Guillermo Fernández Vara, que en su momento fue muy crítico con Sánchez.
Al actual líder socialista tampoco le interesa una purga completa: el PSOE cuenta ahora con un gran poder autonómico (incluso en algunos sitios impensables, como Valencia), que podría perder si se presenta a las elecciones con un cabeza de cartel desconocido por los votantes.
Algunos líderes ya se han adelantado y han afirmado que no tienen la intención de repetir como candidatos en los congresos. Son los casos del presidente asturiano, Javier Fernández, que presidió la Gestora que desbancó a Sánchez.
Por otro lado, el líder del PSOE en la Rioja, César Luena, también abandonará su cargo, pese a que apoyó a Sánchez durante el vergonzoso Comité Federal del que nació la Gestora. Su posición cambió al poco de cambiar el Gobierno y todo ello supone ahora que pierda su cargo.
En Murcia, el actual líder Rafael González Tovar también abandonará su cargo y todo apunta a que será sucedido por María González Veracruz, otrora mano derecha de Sánchez, pero que terminó alejada cuando pasó a defender la candidatura de Patxi López (aunque al final se involucró con la de Sánchez).
Las grandes batallas
Los Congresos de las formaciones hasta ahora mencionadas parece que cuentan con un futuro más o menos claro. Sin embargo, en otras autonomías la situación parece más incierta e incluso más bronca.
Es el caso de Valencia, histórico feudo popular que los socialistas consiguieron arrebatar al PP en las elecciones de 2015 con un partido conservador acorralado por los casos de corrupción. Ahora, parece que todo se torna muy difícil para Ximo Puig. Rafael García, alcalde de Burjassot y afín a Sánchez, ya ha anunciado su intención de presentarse a las primarias. Como aval, cuenta con el apoyo de José Luis Ábalos, secretario de Organización y portavoz del partido en el Congreso.
Puig ya ha mostrado su indignación y ha asegurado que repetirá en las primarias, ya que no comprende por qué Sánchez le juega esta batalla cuando le ha mostrado apoyo incondicional desde que ganó las elecciones. Puig cree, además, que perder la Secretaría General supondría una piedra en el camino para seguir gobernando la Comunidad Valenciana.
En Aragón, la situación también se torna muy complicada para Javier Lambán, que fue uno de los barones más críticos con Sánchez. Susana Sumelzo, aragonesa y posicionada muy en contra de la abstención del PSOE, cuenta con todas las papeletas para sucederle, ya que es muy valorada entre la militancia. Sin embargo, Lambán no quiere que esto suceda, y ya ha anunciado que repetirá en las primarias.
En Castilla la-Mancha, la situación es menos evidente. Se está especulando con que algún afín a Sánchez se presente en contra de Emiliano García-Page, que había tomado fuerza tras derrotar a Cospedal, pero que ahora se ha debilitado por su contundente apoyo a Díaz. Page cuenta con mucho apoyo, por lo que parece difícil que le arrebaten el puesto, a pesar de que llegó a insinuar que abandonaría su cargo si ganaba el actual Secretario General.
En Extremadura, Vara contará con dos rivales, aunque tiene la situación más fácil porque ambas no son afines a Sánchez (aunque compartan proyecto) y Vara ha conseguido reconciliarse con el Secretario General.
Igual situación amenaza en Madrid, Galicia y Canarias, donde se dirimirá quién encabezará estas formaciones regionales donde lo más previsible es que haya renovación después de todo lo que ha acontecido en el seno del PSOE.
Algunas comunidades se mantienen
Entre toda esta vorágine de cambios, hay también varias autonomías que prometen mantenerse tal y como están. Ese es el caso de Cantabria, País Vasco y Baleares, cuyos secretarios generales se posicionaron claramente a favor de Patxi López. Francina Armengol, presidenta balear, fue la única baronesa que se posicionó abiertamente contra la abstención para que gobernase el Partido Popular.
También continuarán los dos únicos secretarios generales que apoyaron abiertamente a Pedro Sánchez, María Chivite (Navarra) y Luis Tudanca (Castilla y León). Mientras tanto, en Andalucía parece que no habrá rival para Susana Díaz, que cuenta con un amplio apoyo popular en la única autonomía donde ha gobernado el PSOE desde que retornó el sistema democrático a España.
La renovación promete ser profunda, aunque habrá que esperar a la celebración de las primarias autonómicas para comprobar si Pedro Sánchez consigue imponer realmente su poder en el PSOE o no.
