Lejos queda aquella niña que vivía a la sombra de su madre, la infanta Elena, y al margen de las polémicas de su hermano, Froilán. Victoria Federica se ha convertido en la cara más pública de la familia Marichalar Borbón protagonizando todo tipo de titulares y acaparando los focos de los photocalls explotando al máximo su faceta de influencer.
Precisamente este estilo de vida no parece ser del agrado de su madre, lo que ha provocado un buen número de encontronazos entre ambas. Tal es la brecha en su relación que ya no se dirigen la palabra.
La gota que habría colmado el vaso es la decisión de la sobrina de Felipe VI de dejar sus estudios en la universidad americana en Madrid, donde llevaba matriculada un año y medio y que cuesta unos 20.000 euros el curso, para volcarse por completo en su carrera como influencer.
Este enfriamiento de la relación entre madre e hija habría ido en paralelo a un acercamiento con su padre, Jaime de Marichalar, con quien la infanta Elena no mantiene ningún tipo de relación a pesar de trece años de matrimonio. Y es que el ex duque de Lugo, gran aficionado a la moda y a los eventos sociales, sería el que habría introducido a su hija pequeña en este estilo de vida.
Toque del rey
Las actitudes de Victoria Federica y Froilán han provocado también algún que otro desencuentro entre la infanta Elena y Felipe VI. El monarca ha tenido que telefonear a su hermana para pedirle que llame la atención de sus hijos pues sus constantes polémicas pueden perjudicar la imagen y reputación de la corona.
La infanta Elena siempre ha optado por llevar una vida discreta, todo lo contrario que sus vástagos, aficionados a las noches de fiesta, a exponer sus vidas sentimentales y a acumular polémicas. Para la hija mayor de los reyes eméritos esto no es propio de quienes ocupan el cuarto y quinto puesto en la línea sucesoria, por detrás de la princesa Leonor, la infanta Sofía y ella misma.
