Según el periódico sueco Dagens Nyheter, todavía quedan supervivientes de la Waffen SS (brazo armado del Partido Nazi) que participarón en numerosos crímenes de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Lo más sorprendente es que reciben una pensión por jubilación que reciben del Estado religiosamente todos los meses.
¿Suecos o nazis?
Durante el apogeo de Alemania en la II Guerra Mundial, se alistaron voluntariamente a las filas del Reich unos 200 suecos. De ellos, solo quedan 15 con vida y tiene una edad comprendida entre los 82 a los 101 años. Algunas de estas personas entraron en combate en la 5ª División Panzer SS Wiking. Esto no quiere decir que fueran los mismos que cometieron las atrocidades que nos narran los libros de historia. Simplemente a estas personas les tocó servir en dicha unidad perteneciente al mando de las SS.
El decreto de pensiones estableció Hitler
En 1941, el propio Adolf Hitler aprobó, por decreto, que se les otorgará una pensión vitalicia a los voluntarios combatientes. De hecho, esta es la única decisión del 'Furher' que ha sobrevivido a la eliminación del nazismo en Alemania. Desde 1949, La República Federal de Alemania (RFA) empezó a pagar estas pensiones hasta el día de hoy. La cuantia del subsidio oscial entre los 140 y 940 euros mensuales.
Alemania ha anunciado que, actualmente, existen 2.033 personas en todo el mundo que reciben pensiones de origen nazi. El gobierno teutón recuerda que, gracias a la Ley de Atención a las Víctimas de la Guerra, ninguna persona que se uniera a las Waffen SS voluntariamente puede percibir esta pensión.
Un ejército personal al servicio del 'Fuhrer'
El cuerpo de las Waffen SS se distinguía por ser la élite de la policía militar en el partido nazi. Eran totalmente leales a Hitler y la pureza racial fue uno de los requisitos indispensables para poder pertenecer a estas unidades.
Antes de perder la guerra, Alemania dividió las Waffen SS en tres unidades principales: Viking, Norland y Hitlerjugend. Estas divisiones se caracterizaban por un alto nivel de eficacia, por su lealtad al Reich y contar con más elementos blindados que el resto de personal en el ejército nazi. Todo eso los convirtió en una maquinaria militar que no tenía comparación.