El momento de elegir destino de vacaciones para este verano está llegando a los viajeros más rezagados, y puede que la razón por la que hayan esperado tanto para este momento es que prefieren un lugar que no esté de moda, es decir, sin turistas.
Es algo que parece complicado porque España está llena de encantos, y por ello cada año vienen a vernos millones de turistas que quieren conocer de primera mano todas las joyas de enorme valor monumental: la Alhambra, la Sagrada Familia, el Prado...
Sin embargo, si miras bien, en España se esconden muchas joyas ocultas que no se encuentran a simple vista. Cuevas, cascadas, minas, ríos, calas... son algunos de los secretos poco conocidos por los turistas que no escatiman en belleza.
1 Fragas do Eume (A Coruña)
El Parque Natural de las Fragas del Eume acoge las fragas costeras mejor conservadas de toda Europa, y uno de los escasísimos bosques de su clase del continente. En Galicia les llamamos fragas a las zonas de bosque espesas, al interior de las cuales la luz llega siempre velada por el ramaje.
Albergan numerosas especies animales y vegetales amenazadas, algunas reliquias, así como los ecos de una extraordinaria historia que toma singular brío en la época medieval.
El Parque Natural de las Fragas del Eume, declarado en 1997, se extiende por 9.125 hectáreas de laderas y montes que acompañan al río Eume a su paso por la provincia de A Coruña.
2 Parque natural del Saja-Besaya (Cantabria)
Situado en la zona centro-occidental de Cantabria, es el parque de mayor extensión de la Comunidad Autónoma, ocupando una superficie de 24.500 hectáreas. En el territorio del Saja-Besaya hay único núcleo urbano: Bárcena Mayor, que es un soberbio ejemplo de la arquitectura montañesa; emboscado y recóndito, ha conservado en el tiempo sus características de antaño.
El resto de la geografía del parque viene caracterizada por profundos valles, que han ido excavando todos los ríos de la red fluvial del Saja y del Besaya.
3 Lastres (Asturias)
Que Asturias está llena de pueblos con encanto no es ningún secreto, pero uno de los mejores para pasar el verano es Lastres. Ubicado en lo alto de una colina, este pequeño pueblo de menos de 2.000 habitantes se descubre como una sucesión de calles estrechas y empedradas con palacios y casas blasonadas que se entremezclan con las viviendas más sencillos de los pescadores, y todo bañado por la brisa marina del Cantábrico.
Famoso en tiempos de la pesca de la ballena, en su puerto presenciarás la subasta del marisco y el pescado de la lonja, que luego podrás degustar en las sidrerías y restaurantes del casco viejo.
Además, en su playa podrás ver auténticas huellas de dinosaurio, y si subes a lo alto de la colina, al Mirador de San Roque, disfrutarás de una panorámica impresionante, con el pueblo, sus playas y, al fondo, la Sierra del Sueve y los Picos de Europa. Sencillamente inolvidable.
4 Altea
Ya se sabe que Benidorm (Alicante) es un buen destino si buscas ocio y buen tiempo a partes iguales. Pero si deseas huir del bullicio solo tienes que bordear la montaña que separa esta ciudad de la bella Altea. ¿Qué te vas a encontrar allí? Un remanso de paz, un pueblo en el que el tiempo parece haberse detenido y el estrés no tiene cabida.
Esta pequeña ciudad destaca por su curiosa arquitectura: casas de paredes blancas que reflejan la luz con intensidad y calles adoquinadas. Sin duda, es un lugar perfecto para que disfrutes del mar Mediterráneo y experimentes nuevos sabores en sus múltiples bares de tapas.
5 Los Cañones del Sil
La Ribeira Sacra y los cañones del Sil son uno de los tesoros que hay que ver en Galicia. La Ribeira Sacra es una zona que comprende las cuencas de los ríos Miño, Sil y Cabe.
El cañón del Sil es una garganta excavada por el río Sil poco antes de unirse al río Miño. Su presencia es imponente: hasta 500 metros de desnivel en algunos puntos. Lo ideal por estas tierras es tener un coche y hacer una ruta para exprimir al máximo todo lo que tiene que ofrecer
El tiempo recomendable para visitar la Ribeira Sacra sería de unos 2 días y medio o 3 días. Todas las rutas de los cañones del Sil es recomendable hacerlas en verano para tener el mayor número de horas de sol disponibles, a pesar de arriesgare a las altas temperaturas.
6 El pozo azul (Burgos)
En Covanera, una localidad de Burgos, en medio de la frondosa vegetación encontramos una calita que llama la atención por su agua cristalina: el Pozo Azul. Un manantial que vierte sus frías aguas están entre los 9 y 11 grados-al río Rudrón y una perla para el buceo español.
En sus profundidades cuenta con una cueva con galerías subterráneas que se sumerge bajo la montaña. Hasta el momento, los espeleólogos experimentados han recorrido hasta 13 km de túnel y se dice, aunque no está comprobado todavía, que es la cueva submarina más larga de España.
Los días previos a Navidad, desde hace más de 16 años, los vecinos también acuden hasta el manantial para presenciar cómo los buzos del club de buceo Delfín Burgos se sumergen para depositar en las profundidades el tradicional belén.
La zona es virgen, por lo que no cuenta con servicios ni salvamento. El baño es seguro, aunque no lo es intentar llegar a la cueva. Eso solo es para espeleólogos experimentados.