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Venecia, al límite por las inundaciones: los daños y una solución que no llega

La situación en la ciudad es límite desde el pasado jueves y parte de su patrimonio artístico ha sufrido desperfectos.

Venecia, al límite por las inundaciones: los daños y una solución que no llega

Venecia está viviendo su peor inundación desde 1966, ante una situación casi límite de la que, a la espera de los próximos días, tocará partir de cero. Turismo, grandes cruceros y cambio climático son algunas de las causas de esta catástrofe de grandes dimensiones que, como explican los expertos, podría haberse evitado.

Y es que la ciudad cuenta con una infraestructura más que suficiente para que este tipo de desastres no tengan cabida. El MOSE (Modulo Sperimentale Elettromeccanico) es una obra de ingeniería que separa la laguna de Venecia del mar Adriático, pensado para evitar las inundaciones en momentos de marea alta. El proyecto ya debería haber estado operativo hace tiempo, pero los gestores creen que es algo que no sucederá hasta 2021. En el momento en el que se ponga a funcionar, debería tener 78 diques móviles de casi 300 toneladas y 60 metros de longitud instaladas en las bocas del puerto de la laguna: Lido, Malamocco y Chiggia.

Un proyecto inacabado

La obra, que tenía un coste de 7.000 millones de euros, comenzó a construirse en 2003 bajo la presidencia del Consejo de Ministros de Silvio Berlusconi, todavía no funciona a pesar de que la fecha prevista de inauguración era el año 2016. En 2014, el Consorcio Venecia Nuova (el concesionario del Ministerio de las Infraestructuras) fue intervenido por el Gobierno puesto que varios de sus miembros se encontraban envueltos en una investigación judicial tras haber recibido comisiones ilegales y haber llevado a cabo una gestión fraudulenta. En 2018, el entonces comisario aseguró que se había completado más del 93% de la infraestructura. La obra podría entrar en funcionamiento parcialmente, pero los responsables han considerado que era algo demasiado arriesgado.

El alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro en una entrevista a El País hablaba así acerca del proyecto. "(La obra) fue proyectada en los 80 y empezó a hablarse de ello tras el acqua grande de 1966. Con la ley especial y el dinero que se asignó entonces, empezó a señalarse este proyecto como la solución. En aquel tiempo la gente no pensaba que el nivel del mar subiría así. Me acuerdo de esos debates y había incredulidad sobre el tema. Pero mis predecesores, técnicos y científicos lo supieron ver. Y por eso creo que Venecia es un lugar ideal para convertirse en un polo de debate internacional, una agencia internacional que estudie la repercusión de los efectos del cambio climático en las ciudades."

Con respecto a lo que había pasado con la obra, explica además que "fue financiada de manera importante por el Estado. Pero siempre gestionada por ellos, dejando fuera a la ciudad y excluyéndola de la toma de decisiones. Es un gran error no hacer participar a los ciudadanos que viven aquí de los efectos de una obra así. Eso provocó también un debate que ya dura dos décadas entre los favorables y los escépticos del proyecto. La política romana de los últimos 20 años ha explotado esta división para financiar la obra a pedazos, a plazos... de manera extemporánea. Gestionaron la obra de manera vaporosa, y este es el motivo de que no esté acabada. La magistratura y la historia decidirán sobre todos los delitos que pueda haber habido y sobre si habrá valido la pena invertir tanto dinero."

Daños en el patrimonio artístico

Un 85% de Venecia está cubierta por el agua a causa d ela inundaciones
"Un 85% de Venecia está cubierta por el agua a causa d ela inundaciones"

El primer ministro italiano, Guiseppe Conte, llegó el miércoles a la ciudad y ayer su Ejecutivo declaró el estado de emergencia tras constatar la gravedad de los daños.  Las autoridades han pasado los dos últimos días comprobando los daños en su patrimonio.

Toda la atención se centra en la Basílica de San Marcos, pues una de las imágenes más impactantes de esta inundación ha sido la de la cripta de la basílica completamente anegada hasta los 120 centímetros de altura. El procurador del templo, Carlo Alberto Tesserin, explicó que el agua había irrumpido por las ventanas y confirmó algunos daños: "La infiltración de agua salada y sucia puede desatar fenómenos de degradación acelerada en los materiales de los muros y de las superficies arquitectónicas".

El Palacio Ducal, por su parte, también ha sufrido inundaciones en sus pisos bajos y hoy se espera que sea abierto al público, pues aún es necesario terminar de limpiarlo y llevar a cabo pruebas de seguridad. La Plaza de San Marcos se ha convertido en los últimos días en una piscina. La imagen también es impactante. Sus históricos cafés y restaurantes sufrían los estragos del avance del agua.

Desde el Ministerio de Cultura han confirmado que no se han registrado problemas en el patrimonio cultural móvil, es decir, las obras y colecciones de arte custodiadas por los museos, archivos y librerías estatales. Sin embargo, los edificios en los que se encuentran sí que han sufrido desperfectos, sobre todo en sus redes eléctricas e hídricas y en sus superficies.

Debido a esto, el Museo Guggengeim informó que las obras no habían sufrido daños, pero sí al igual que el Palacio Ducal, las áreas más bajas del edificio habían sido afectadas. El Museo de Historia Natural, en el Gran Canal, estará cerrado hasta este sábado mientras se limpia, y el Museo Correr, sobre la historia de la ciudad, ya ha reabierto.

Los vecinos solo esperan que no se repitan los daños del acqua alta de 1966 que inundó por completo la vieja urbe. Según las previsiones, se esperan mareas altas al menos hasta el domingo.

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