Una mujer de 33 años ha sido acusada de vender a su hijo recién nacido, de tan solo cinco días, por 200.000 rublos (3.400 euros) en Rusia. La mujer que compró a la criatura reveló que la madre biológica no podía mantener el bebé y que usaría el dinero para operarse la nariz.
"No tenía trabajo, un lugar para vivir ni dinero", ha explicado esta mujer, que apunta que, ante esta situación, la intención de la madre era dejar al recién nacido en el hospital. "Ella no podía mantenerlo, así que me lo llevé", ha reconocido.
Tras realizar un primer intercambio en el que la madre renunció a los derechos del niño a cambio recibió un pequeño pago de 350 euros en efectivo, el bebé necesitó atención hospitalario. Los médicos pidieron a su nueva familia el certificado de nacimiento, por lo que tuvieron que confesar que no eran sus padres biológicos. Fue al ir a pedirle este documento a su madre cuando esta les demandó más de 3.000 euros para una operación "para poder respirar mejor".
Trata de personas
La policía logró interceptar este intercambio y tanto la pareja compradora como la mujer biológica fueron detenidos acusados de un delito de trata de personas. A través de un comunicado, las autoridades rusas han anunciado que están "llevando a cabo una serie de acciones de investigación, destinadas a establecer todas las circunstancias del delito cometido y consolidar las pruebas de la culpabilidad".