El Vaticano está muy preocupado por los abusos sexuales a menores, en especial por el caso de la Iglesia española. Según su criterio, nuestro país no ha estado a la altura de otras congregaciones como la alemana, la irlandesa o la francesa. Hace ocho años que el Vaticano, bajo el mandato de Benedicto XVI, publicó una guía para la prevención y el tratamiento de los abusos en España. Sin embargo, los representantes religiosos de Roma interpretan que prácticamente ninguna iglesia ha tratado estas normas con seriedad, y restan valor a la comisión creada en el país con este fin.
La Conferencia Episcopal Española creó una comisión con el fin de tratar los casos de abusos a menores y llevarlos a la justicia, pero la institución parece más un "lavado de imagen" que una medida real, a juicio de la Santa Sede. Algunos miembros importantes de la Iglesia española consideran que es "poco serio" que en la comisión haya gente como el obispo de Astorga Juan Antonio Menéndez, que realiza la función de presidente y es conocido por instruir de manera insuficiente las agresiones sexuales de un sacerdote en La Bañeza, León, caso que se intentó ocultar a los medios. Además, se señala a Silverio Nieto, acusado de "engaño" por las víctimas de los abusos en el colegio Gaztelueta; y otros canonistas que no son expertos en derecho penal como Jorge Otaduy y Carlos Morán.
Además de los miembros criticados, se considera que tiene una representación insuficiente, ya que echan en falta miembros de otros sectores de la sociedad ajenos a la Iglesia, como expertos independientes, autoridades civiles y víctimas . Además, reclaman la presencia de representantes del Estado, ya que podrían facilitar los procesos a la hora de denunciar cualquier caso conocido de agresión sexual.
Parece que la creación de esta institución se hace como intento de 'salvar los muebles' de cara a la histórica reunión de obispos convocada por el Papa Francisco en el Vaticano en febrero de 2019 con el fin de tratar este tema. "Lo mejor para que algo no se sepa es crear una comisión", afirma un representante de la Santa Sede.
A pesar de que el Vaticano no ofrece los datos ni las medidas tomadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe, organismo que se encarga de investigar y castigar estos delitos, sí se sabe que España, a pesar de tener un gran número de abusos, no está muy por encima del resto de países de la Unión Europea.
Los casos no trascienden por la falta de denuncias
Expertos del Vaticano como Hans Zollner creen que el episcopado español no trabaja suficiente en este aspecto y le falta formación y concienciación para que no se silencien los abusos sexuales. Incluso hay obispos que han evitado que estos casos lleguen a Roma alegando que no había una sentencia firme, aunque la trascendencia de estas agresiones en los medios de comunicación ya es un aliciente suficiente para abrir una investigación.
El número de casos en otros países sí reciben una mayor notoriedad y castigo, como en Alemania, Francia o Países Bajos, donde se denuncian casi el 100% de los casos. África y Asia son dos de los continentes donde apenas se llega a denunciar.
El caso de Chile sentaría precedente, ya que dimitieron gran cantidad de obispos al demostrarse los abusos del sacerdote Fernando Karadima y la ocultación del obispo Juan Barros. Esto daría confianza a las víctimas para denunciar y el Vaticano prevé que se alcancen casi mil nuevas denuncias que estaban ocultas gracias a la valentía de las víctimas. De cumplirse, éste sería el mayor dato de España en la última década, aunque no sería un récord histórico.