El sector del taxi se encuentra en plena huelga indefinida en Málaga después de que el alcalde e la localidad, Francisco de la Torre (PP), haya permitido la circulación de los vehículos de estos servicios durante la celebración de la Feria de Málaga, uno de los eventos más turísticos de la ciudad andaluza.
Como forma de desactivar este huelga repentina, el regidor popular ha anunciado que los vehículos de la plataforma no podrán usar los accesos al recinto ferial reservado para el transporte público, ya que no pagan licencia ni impuesto ni cumplen con los mismos requisitos que el taxista.
Sin embargo, el anuncio no ha calmado los ánimos en el sector. Este lunes 14 de agosto varios taxistas han propinado una paliza a un conductor de Cabify en el aeropuerto de la ciduad. La plataforma de alquiler de coches ha denunciado, además, agresiones contra tres de sus conductores, amenazas y destrozos en 15 vehículos.
El alcalde, ante toda esta situación, ha afirmado que la huelga es "desproporcionada" y que se trata de un suceso que "no es nada positivo para la ciudad y la costa, y sobre todo para el sector, el primer perjudicado".
Agresiones a conductores de Cabify durante la huelga de taxistas en Málaga https://t.co/fMiuvnG3Xbpic.twitter.com/yw3Iqig9wz
— Noticias Cuatro (@noticias_cuatro) 14 de agosto de 2017
De la Torre asegura que la situación de Cabify compete a la Junta de Andalucía, ya que, según ha asegurado, el gobierno municipal ha agotado todas las cartas que tenía en su mano.
Cabify, al igual que otras plataformas como Uber, opera en base a las denominadas como licencias VTC, que sólo les permiten recoger a viajeros bajo previa demanda de trayecto a través de la app, y no pueden ofrecer ningún servicio a aquellas personas que lo soliciten desde la vía pública, tal y como sucede con los tradicionales taxis.
Sin embargo, estas plataformas, gigantes multinacionales, están mermando la capacidad económica de los taxistas que cumplen con todos los requisitos legales y pagan su licencia e impuestos como taxistas.
Los defensores de las plataformas, sin embargo, apuntan a que el sector del taxi necesita reinventarse para afrontar la competencia de las tecnológicas, que están en continuo ascenso. Sus precios acostumbran a ser bastante inferiores a los del taxi tradicional.
La guerra continúa mientras se cruzan las plataformas denuncian agresiones por parte de los taxistas, con acciones como quema de coches, agresiones a conductores o pinchazos de ruedas.