El pasado 7 de noviembre, Marta Calvo, una joven de 25 años, desapareció en Manuel, un municipio de Valencia. El 4 de diciembre, casi un mes después, Jorge Ignacio Palma confesó a la Guardia Civil que la había descuartizado "por miedo". Según su versión, habría ocurrido después de que la joven hubiera tenido algo parecido a un ataque cardíaco mientras mantenían relaciones sexuales consumiendo cocaína por los genitales.
Su versión constituye que depositó a Marta en varios contenedores de diferentes municipios valencianos y ahora la policía tiene como prioridad encontrar su cuerpo para poder contrastar la versión de muerte accidental del acusado, ya que descuartizar el cadáver de una persona a la que no has matado no constituye en sí mismo un delito. Los equipos se han concentrado en el vertedero de Dos Aguas, y mientras la investigación avanza sigue ampliándose el foco a diversos casos similares.
Nuevos testimonios
Según Telecinco, varias mujeres han declarado ante la Guardia Civil por haber mantenido relaciones con el acusado, en las que habría empleado un modus operandi similar. Las mujeres admiten que Palma les ofreció droga en grandes cantidades y que al encontrarlas aturdidas utilizó la cocaína sin su consentimiento mientras mantenían relaciones sexuales.
Además, NIUS ha publicado una entrevista con otra de las víctimas de las "fiestas blancas" de Jorge Palma, que ha preferido mantener su anonimato. "Él me recogió, nos conocimos en una red social y fuimos en coche", declara ella, admitiendo que solo recuerda que la casa a la que la llevó estaba "cerca de Xátiva".
Admite, además, que "nada más llegar se puso muy insistente". Asegura que tenía mucha cocaína en su casa y que le instaba a que la consumiera. "Yo no quería, pero era muy agobiante y al final lo consiguió". No sabe cuánta fue. "Te la ponía con el dedo en la boca. Además, insistía en meterme la droga por mis partes". Una operación que parecía más que controlada: "No era la primera vez que lo hacía. Parece que lo tenía todo planeado. Te daba cocaína, pero él ni la probaba, solo bebía agua de una botella", revela la víctima.
Tras testimonios como el suyo, la Guardia Civil ha decidido estudiar otros casos en los que también podría estar implicado: han muerto dos prostitutas en el barrio de Ruzafa, Valencia, después de noches de "sexo y droga" con características similares. Una de ellas lo hizo en abril y las cámaras captaron a Jorge salir del lugar, aunque la investigación concluyó determinando que había sido una muerte accidental.
Ahora se conoce que otra prostituta falleció en junio tras estar con un cliente, con unas circunstancias similares a las que envuelven los casos en los que está sumido Palma. La policía ha reabierto el primer caso y está investigando su posible implicación en la otra muerte. Si se confirmara, Jorge Ignacio cargaría incluso con tres muertes a sus espaldas.