El SARS-CoV-2 continúa presentando nuevas mutaciones, de forma que se presentan con la posibilidad de erigirse en la versión hegemónica del virus. El riesgo se encuentra, principalmente, en la posibilidad de evadir la respuesta inmunológica creada por las vacunas o infección previa, así como su capacidad de transmisión.
La comunidad científica ha mostrado su preocupación por varias mutaciones de ómicron que presentan estas características. Se trata de BQ.1.1, BA.2.75.2 y XBB. Estas mutaciones inquietan a los científicos porque el número de mutaciones y sus características podrían hacer que los anticuerpos encuentren mayor problemas para combatirlo, algo que encuentra un estudio preliminar realizado por investigadores chinos.
La consecuencia de la expansión descontrolada de alguno de estos linajes sería una nueva ola, que también podría afectar a aquellos pacientes que se infectaron durante el verano con la variante BA.5, así como aquellos que recibieron las vacunas con dos dosis.
Una de las subvariantes que preocupan es XBB. Esta provocando un aumento descontrolado de casos en Singapur, y se ha impuesto en la mitad de casos diarios en tan solo tres semanas, cuando antes no tenía apenas incidencia, según ha destacado el ministro de Salud, Ong Ye Kung. A pesar de todo, destaca: "Si bien hay un aumento en los casos locales impulsados por XBB, incluido el pico posterior al fin de semana del martes, la cantidad de casos graves se ha mantenido relativamente baja".
XBB, también conocida como BA.2.10, es una evolución de la subvariante de Ómicron BA.2, que desde agosto de 2022 se ha detectado en otros países como Australia, Bangladesh, Estados Unidos, Japón o India. Se trata, según explica el Dr. Paul Tambyah, presidente de la Sociedad de Microbiología Clínica e Infecciones de Asia Pacífico a Todayonline, de una herramienta que emplea el virus en países con alta vacunación "para evitar la protección que proporciona la inmunización".
El Dr. Sebastian Maurer-Stroh, de la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación de Singapur, explica que "es como si el virus tuviera una nueva capa y nuestro sistema inmunitario necesita volver a aprender a reconocerlo. Aunque esto hace que el virus sea más sigiloso, por lo general no es más virulento".
¿Variante dominante?
XBB sí es más transmisible que las variantes anteriores del coronavirus, o al menos es la apreciación que realizan la mayoría de los expertos. Por este motivo, hay un consenso generalizado en que podría convertirse en la variante dominante en un futuro próximo.
En cuanto a la posibilidad de que esta cepa pueda generar cuadros graves entre los infectados, los expertos ponen en duda que se vaya a llegar a este punto: "El número de hospitalizaciones está aumentando lentamente, como esperaríamos con más casos, pero hasta ahora, el crecimiento de los resultados graves parece más lento que el crecimiento de los casos", explica el profesor asociado Alex Cook, vicedecano de investigación de la Escuela de Salud Pública Saw Swee Hock.
Los científicos creen que esta variante no comprometerá en un futuro próximo el Sistema Nacional de Salud: "La principal diferencia entre ahora y cuando apareció por primera vez la variante Ómicron, es que, a estas alturas, la mayoría de nosotros nos hemos infectado, estamos vacunados y cada vez más niños están protegidos", indica Cook.
Y añade: "Por lo tanto, incluso cuando surgen nuevas variantes y aumentan los casos, aún esperamos tener mucha protección contra los cuadros graves de la enfermedad. Así que no deberíamos 'enloquecernos' cuando comience una nueva ola".