En un bucle constante que se repite desde el 2020. Así nos encontramos cada vez que aparece una nueva variante del SARS-CoV-2, que como cualquier virus, lo que busca es propagarse y garantizar así su supervivencia. En lo que llevamos de año hemos tenido varias mutaciones, pasando por la temida ómicron (BA.1), pasando por la BA.2 y la conocida como Deltacron. Ahora ha llegado el turno a la nueva variante BA.5 que está haciendo que los ingresos hospitalarios se vean incrementados en las últimas semanas.
Hasta que no se consiga inmunizar a la mayor parte de la población del planeta se seguirán produciendo mutaciones del SARS-CoV-2. El virus intenta sobrevivir y para ello se reconfigura para potenciar su transmisibilidad y así seguir propagándose por el mundo. En enero se evidenció que Omicron tenía la posibilidad de reinfectar a personas que ya estuvieron expuestas al Covid-19 con anterioridad. En el caso de esta nueva variante, la BA.5, nos encontramos con una combinación potente de mutaciones que logran escaparse de la protección que tiene nuestro sistema inmunitario.
No hay que alarmarse, las vacunas actuales siguen funcionando, dotando al organismo de una protección elevada ante la sintomatología grave que puede causar esta nueva variante y a la vez mantener bajas las tasas de mortalidad. Eso sí, se está comprobando que está afectando especialmente a ese sector de la población que no cuenta con protección ante el Covid-19.
La comunidad científica ya está trabajando en la nueva horneada de vacunas anticovid. Para ello, están estudiando por qué falla nuestra protección ante esta nueva variante y las particularidades de esta. Con los datos que se extraigan, podrán desarrollar las vacunas de refuerzo del futuro que harán que nos protejan mejor ante las próximas mutaciones.
Así es la variante BA.5
Como se ha comentado, la variante BA.5 es una mutación de la variante ómicron inicial. Con una filosofía de supervivencia, los virus varían su estructura para ser más fuertes ante los cambios, eso sí, sin provocar daños irreparables en las personas, algo que bloquearía su expansión. Son diversos los profesionales que apuntan a que el virus está entrando en una fase de mutación que podría hacer que se ignore la inmunidad actual con tal de seguir con su objetivo, pero nos recalcan que la vacunas siguen siendo muy productivas y beneficiosas hasta el momento.
En las versiones actuales del virus que se están estudiando, se observa que mantiene la misma estructura en la proteína espiga del virus, pero si que tienen ciertas mutaciones en otras partes del mismo. En el caso de la variante BA.5, tiene capacidades para eludir los anticuerpos y glóbulos blancos de esos individuos que ya fueron infectados o vacunados. Esto significa que las personas que han sido contagiadas recientemente por ómicron pueden volverse a infectar con la mutación de BA.5.
Que esta variante tenga más facilidades para sortear la inmunidad no significa que las vacunas no funcionen. Desde la comunidad científica nos recuerdan que la mejor manera para hacerle frente es vacunándose, ofreciendo una elevada seguridad ante esta nueva mutación.
Detectada en el pasado mes de febrero en Sudáfrica, el crecimiento en Estados Unidos no se produjo hasta el mes de julio. Esto significa que ha tardado cerca de cinco meses en recorrerse parte del planeta en una etapa donde las medidas de distanciamiento social y de empleo de mascarillas casi han desaparecido. Eso si, los próximos meses serán cruciales para comprender la dinámica del virus, siendo la presión hospitalaria el mejor indicador.