El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha prometido que España se encuentra a tan solo "100 días" de alcanzar la inmunidad de grupo. Para ello, habrá que conseguir haber administrado una pauta completa de la vacuna al 70% de la población española, algo que parece complicado si se sigue el ritmo actual: por el momento, solo un 15,61% ha recibido las dos dosis y una 13,41% una parte de dicha pauta.
España sigue los criterios de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y administra en estos momentos tres dosis: Pfizer, Moderna y AstraZeneca. Además, se encuentra cerca de incluir la vacuna monodosis, Janssen, que promete avanzar de manera considerable los procesos de inmunización colectiva.
En un contexto de escasez de vacunas y mientras continúa el debate sobre la posible liberalización de las patentes; surge la duda sobre si habrá acceso a nuevas vacunas, como las que ya están surgiendo en el mercado. De hecho, la variedad es cada vez más amplia.
En estos momentos, hay cuatro vacunas pendientes de ser aprobadas en Europa y, por tanto, de ser incluidas en España, algo que sería enormemente beneficioso para agilizar el proceso. Aunque no todas se encuentran en el mismo punto de partida: por un lado tenemos a las vacunas Sputnik V rusa y la china Sinovac, ya aprobadas y ampliamente administradas en Asia y Latinoamérica.
Los problemas que existen con Sputnik y Sinovac que ralentizan su aprobación
Por el momento, la rusa Sputnik genera ciertas reticencias. A pesar de que fue la primera vacuna en ser aprobada, que promete un 91,6% de eficacia y que en Alemania está siendo reclamada; hay un problema de producción que llevó incluso a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) a no autorizarla e incluso rechazar su comercialización en el país. Esta vacuna utiliza un adenovirus del catarro que pueden llegar a replicarse, algo que sin embargo no debería permitirse porque genera enfermedad, sobre todo en personas inmunodeficientes. Para los expertos, este hecho podría ser una prueba de fallos en la seguridad y control de la fabricación de la vacuna, aunque también podría ser un problema en la cadena de producción, algo que se está dirimiendo.
Algo parecido lastra la aprobación de Sinovac por parte de la EMA. Esta vacuna está desarrollada con virus inactivado: es decir, se expande en una línea celular, luego se neutraliza, se extraen sus antígenos y se inmuniza frente a todo el virus. El problema de la vacuna: como no hay datos publicados en la fase III de efectividad clínica, solo hay una efectividad real en torno al 50%. Por el momento se está aplicando en China, Asia y Latinoamérica.
Los desarrollos que todavía enfrentan Novavax y Curevac
Mientras que Sputnik y Sinovac ya se están aplicando, hay otras dos competidores con el punto de mira en la EMA que todavía no se están aplicando y que están siendo objeto de investigación en los laboratorios para futuras inmunizaciones.
La primera está siendo desarrollada por la compañía estadounidense Novavax, bajo el nombre de NVX-CoV2373. En este caso, utiliza una tecnología denominada subunidad proteica, encargada de inmunizar al paciente transportando la proteína S del coronavirus.
La efectividad de esta vacuna es del 96,4%, una 86% frente a la variante británica y un 49% frente a la sudafricana. Además, se fabricará en España, en la farmacéutica Zendal en O Porriño (Pontevedra). La compañía afirmó estar preparando 1.000 litros de antígeno para estar lista ante el reto que se preparaba. La EMA calculaba su aprobación en mayo, aunque a finales de marzo, Novavax ya señaló retrasos en la entrega.
Por otro lado, CureVac utiliza la tecnología del ARN mensajero, que aloja la proteína del virus. Se trata, por tanto, de una vacuna muy similar a las de Pfizer y Moderna. Está producida por la compañía alemana del mismo nombre y su análisis por parte de la EMA comenzó el pasado 12 de febrero. El organismo europeo prometió su aval en el mes de junio.
Pedro Sánchez incluyó esta vacuna enteré la lista de sus cálculos para alcanzar la inmunidad de grupo a finales del próximo mes de agosto. España es el primer reclutador de Europa en los ensayos de esta vacuna, que se está llevando en dos hospitales vascos y uno madrileño, con 3.000 voluntarios. Las empresa biotecnológica alemana ha llegado a acuerdos de producción con farmacéuticas para producir millones de dosis para Europa antes de finales de 2021.