La gripe es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la influenza, que principalmente al aparato respiratorio. Sus síntomas se corresponden habitualmente con un cuadro de tos, secreción nasal y otros inespecíficos como dolor de cabeza, dolor muscular y fiebre.
Se trata de una enfermedad generalmente autolimitada y no requiere atención médica especial, pero en algunos casos se puede complicar dando lugar a afecciones respiratorias más graves como la neumonía, bronquitis e infección bacteriana.
Además, esta infección puede tener una relación importante con las enfermedades cardiovasculares. En algunos casos, es una de las principales afecciones de los pacientes ingresados en un hospital por infección de gripe. Además, la gripe puede inducir un evento cardiovascular agudo o complicar un proceso cardiovascular adverso previo.
La relación entre gripe y enfermedad cardiovascular se conoce desde la década de 1920, cuando los estudios epidemiológicos mostraron un aumento de eventos cardiovasculares durante las epidemias de gripe. Los estudios recientes han demostrado que las muertes asociadas a eventos cardiovasculares y los brotes de gripe aumentan casi de forma simultánea, y que el 6% de los infartos se relacionan con esta infección respiratoria.
Además, existe evidencia de que en pacientes de alto riesgo cardiovascular (RCV), el riesgo de sufrir un infarto de miocardio se sitúa en torno al 10% durante el brote de gripe y el tiempo posterior a la infección. La relación causal entre el aumento de los eventos cardiovasculares y la gripe parece encontrarse en el estrés que produce en el sistema cardiovascular la respuesta inflamatoria que genera el sistema inmune ante una infección.
Un 54% menos de riesgo ante eventos cardiovasculares
Los estudios previos ya habían mostrado que la vacunación contra la gripe mostraba un importante papel en la prevención cardiovascular con una reducción del riesgo entre el 17% y el 54%. Sin embargo, recientemente, fue presentado en el Congreso Europeo de Cardiología un estudio que aporta nuevos datos sobre la eficacia de la vacunación anti gripal y muestra que la vacuna reduciría un 41% la morbimortalidad en pacientes con alto riesgo cardiovascular.
Por ello, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha recomendado a aquellos pacientes con enfermedad cardiovascular y/o con alto riesgo cardiovascular, que reciban la vacuna frente al virus de la influenza, ya que es la forma más eficaz de prevenir la gripe y posibles complicaciones.
Casos en los que se recomienda la vacuna contra la gripe
La vacuna de la gripe se recomienda a pacientes mayores de 65 años y para aquellas personas que pertenecen a grupos de alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe, como embarazadas, personas que padecen diabetes, enfermedades pulmonares crónicas (incluido el asma), inmunodeficiencias, cáncer, insuficiencia renal y personas con alto riesgo cardiovascular entre otros.