La vacuna de AstraZeneca continúa generando suspicacias por la aparición de trombos en algunos pacientes, aunque la tasa es tan baja que incluso resulta inferior a otros medicamentos aprobados y vendidos de manera regular como la píldora anticonceptiva.
Con todo ello, hay que vigilar los síntomas que experimentamos tras la administración de la vacuna. Tenemos que buscar atención médica inmediata si sentimos dificultad para respirar, dolor de tórax o abdomen persistente, inflamación de las piernas, cefalea intensa, persistente o que empeora más de tres días después de la vacunación; visión borrosa o doble; sangrado persistente; hematomas o manchas rojizas o violáceas en la piel.
La información recopilada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) coincide con las conclusiones del Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia Europeo, que recomienda también vigilar la posible aparición de signos y síntomas de trombosis y trombicitopenia para su diagnóstico y tratamiento precoz.
El órgano eleva la edad de riesgo, al apuntar que los casos identificados se han presentado de forma mayoritaria en mujeres de menos de 60 años en las dos semanas posteriores a la administración de la vacuna, sin que se hayan identificado factores de riesgo específicos para su aparición.
Además, la AEMPS indica un posible mecanismo que podría explicar estas reacciones que serían de tipo inmunológico, similar al conocido para la trombocipotenia inducida por la heparina. Además, esta vacuna comparte efectos secundarios con el resto de los sueros administrados contra la Covid-19.
Los trastornos generales más frecuentemente notificados han sido fiebre o escalofríos, seguidos de los trastornos del sistema nervioso (mayoritariamente cefaleas o mareos) y del sistema músculo-esquelético (artralgia y mialgia). Atendiendo al número total de casos notificados, los efectos adversos más frecuentes con esta vacuna en concreto son, por este orden, pirexia, cefalea, mialgia, escalofríos, malestar, fatiga, dolor en la zona de vacunación, náuseas, mareo y artralgia.
Datos a tener en cuenta
Atendiendo a estos hechos, el Ministerio de Sanidad ha preferido administrar este suero a la población con edades comprendidas entre 60 y 69 años, ya que los riesgos con mayores que los beneficios que puede aportar.
Sin embargo, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, no permanece ajena, sino que rastrea los casos de trombosis de senos venosos cerebrales que pueden acompañarse de niveles bajos de plaquetas.
Este tipo de casos realmente son raros, pero se encuentran en investigación para ser descartados. En la última actualización del informe del farmacovigilancia sobre las vacunas contra la Covid-19, destaca que los casos de este tipo han ocurrido dentro de los primeros 14 días tras la vacunación y la mayoría de ellos han ocurrido en mujeres de hasta 55 años de edad.
Son episodios que registran una mayor incidencia en el conjunto de la población vacunada que en la población en general, pero no en las personas de mayor edad. Y destaca: "Aunque de momento no se han podido identificar factores de riesgo específico como edad, sexo o historia previa de trastorno de la coagulación, la relación causal con la vacuna no se puede descartar".
La AEMPS ha contabilizado hasta el 21 de marzo cinco casos de trombosis de senos venosos, dos de ellos con trombocitopenia asociada, habiéndose suministrado hasta la fecha 985.528 dosis de la vacuna. Sanidad señala que uno de los casos tuvo uno desenlace fatal. El porcentaje de los vacunados supera, con ello, el 0,00005% y el de fallecidos queda en 0,0001%.