La vaca Penka es búlgara y como buena vaca paseaba por los prados de su país natal libremente, estaba tan ensimismada en el paisaje que no se dio cuenta de que había cruzado la frontera y pisaba hierba serbia. Vamos, que salió de la Unión Europea y sin pasarporte. Algo por lo que le han condenado a muerte.
Antes de que la condenasen a pena capital un buen hombre de Serbia trató de devolverla a su dueño, pero no puedo ser porque la vaca fue retenida en aduanas y fue revisada por un veterinario. Penka tuvo que hacer frente a la burocracia absurda a la que tenemos que hacer frente siempre que nos movemos por el mundo, incluso dentro de nuestro propio país.
Movilizaciones para salvar a Penka
La UE considera que Penka es un animal que ha sido transportado de forma ilegal fuera de terrirorio europeo y las leyes dictaminan que se debe matar a la res. La vaca está preñada y dará a luz en tres semanas así que las movilizaciones para que no se acabe con su vida se han multiplicado.
El dueño y amigo de Penka ha llegado a acudir a la televisión búlgara para pedir que no se la sacrifique. Incluso los búlgaros han iniciado una campaña en Change para salvar a Penka que ya cuenta con más de 21.000 firmas. El comisario de seguridad alimentaria de la UE, Vytenis Andriukaitis se ha pronunciado a través de Twiter y ha asegurado que "no puede hacer nada" y recomendó a un periodista que se hiciese activista para salvar animales.
Seeing your commitment to Penka cause I can't help but ask whether you ever considered becoming a real #animalwelfare activist? I sincerely think you have what it takes. ???????? good for Penka anyway.
— Vytenis Andriukaitis (@V_Andriukaitis) 4 de junio de 2018