Eurovisión se acerca y pronto estaremos en la capital lusa escuchando las canciones que compiten para alzarse con el preciado micrófono de cristal. Nosotros tenemos a Amaia y Alfred, que no parecen decepcionar con un top 4 en las apuestas de pago a día de hoy, pero casi todos los países tienen ya sus canciones para el certamen. Tanto el resto de los países del Big Five, como Reino Unido, Alemania, Italia o Francia. Y no olvidéis otros países como Suiza, Grecia o Chipre.
Eurovisión es una competición al final y todos quieren ganar. En el sofá de cada casa siempre está el deseo de que los 'Twelve Points' vayan a tu país, no podemos negarlo. Y lo cierto es que algún amigo o familiar aficionado a Eurovisión se dedica a adelantar a que país irán dirigidos. ¿Serán adivinos? No, simplemente tienen conocimientos históricos y sociales.
Precisamente, el usuario JohnPaokJeff ha diseñado un mapa europeo. En la composición, podemos ver qué país ha dado mayor puntuación a otros gracias a la bandera con el que aparece representado. Y su composición hace referencia al formato, desde su inicio en 1956 hasta la actualidad. No deja de ser curioso como se demuestra que el voto vecino, de migraciones y afín (la llamada generalmente diáspora) demuestra que es una completa realidad. Razón por la cual volvió el jurado profesional para paliar este voto vecino, a pesar de la victoria de Salvador Sobral.
En el mapa, podemos observar que España no puede quejarse en el aspecto de voto vecinal. Nuestros vecinos nos han tratado muy bien, sobre todo, el anfitrión de este año: Portugal. A pesar de que sus apoyos no son correspondidos, ya que nuestras puntuaciones más altas las reciben otros miembros del Big 5: Alemania e Italia.
El voto vecino afecta a todos como Reino Unido e Irlanda: se votan mutuamente. Lo mismo que sucede con los países nórdicos donde Suecia es la mayor beneficiada gracias a Islandia, Noruega y Finlandia. A ellos, se suma el tradicional tándem de Grecia y Chipre, un clásico al devolverse los doce puntos mutuamente.
No obstante, la vecindad no es el único desencadenante. También se suma la migración, donde destaca Turquía. A pesar de que abandonó el certamen varias ediciones atrás, recibía las mejores puntuaciones de Alemania. Precisamente, un país de destino.
La diáspora se confirma, pero no es excusa
Como se puede comprobar, el tópico de que en 'Eurovisión siempre se votan los mismos y lo hacen entre ellos' o 'España no ganara nunca porque no tenemos vecinos', puede ser bastante razonable viendo los datos. No obstante, esto no se da en los países ganadores, pues como hemos mencionado en Eurovisión gana la mejor canción.
El mejor ejemplo está en la ganadora de este año: Portugal. Salvador Sobral consiguió la victoria para el país luso teniendo solo a España de vecina. Y como se ve en el gráfico, ni siquiera somos los que más votos le hemos dado históricamente. Por ello y, en realidad, cualquier país puede ganar el certamen con una gran canción y un gran cantante. Cierto que la diáspora existe y existirá, pero no puede ser excusa para un buen resultado o incluso la victoria.