Iñaki Urdangarin ya es un ciudadano libre a todos los efectos desde este martes 9 de abril, habiendo quedado extinguida la condena de cinco años y diez meses que le impusieron los tribunales por varios casos de corrupción como consecuencia de su implicación en el 'caso Nóos'.
El por entonces marido de la infanta Cristina fue condenado por la Audiencia de Palma a seis años y tres meses de cárcel por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias. No obstante, el Tribunal Supremo le rebajó la pena a cinco años y diez meses al absolverle del de falsedad en documento público.
El 18 de junio de 2018, Urdangarin se convirtió en el primer pariente directo del rey en ingresar en prisión. Cumplió condena en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila), donde estuvo hasta enero de 2021, cuando consiguió permiso para hacer voluntariado varios días a la semana en la ONG El Hogar de Don Orione, dedicada a atender a personas con discapacidad en el municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón.
Posteriormente, el ex duque de Palma fue trasladado al Centro de Inserción Social (CIS) de Alcalá de Henares para formar parte del programa de reinserción de condenador por delitos económicos. Su último paso por la cárcel fue en la de Zaballa (Ávila).
Una vez cumplidos los dos tercios de la condena, en marzo de 2022, obtuvo el tercer grado y, con ello, la libertad condicional. En la prisión Zaballa, solo tenía que dormir de lunes a jueves al estar en régimen abierto.
Encontró trabajo en un bufete de abogados, donde coincidió con su actual pareja, Ainhoa Armentia, con la que ya actualmente convive en Vitoria. Tras salir a la luz esta relación, Urdangarin se separó de la hermana de Felipe VI en enero de 2022 tras casi 25 años de matrimonio y cuatro hijos en común. El pasado mes de enero anunciaron su divorcio.
Cabe recordar que la sentencia del 'caso Nóos' absolvió a la infanta Cristina, aunque se le impuso el pago de 136.950 euros como responsable civil a título lucrativo.
Antecedentes penales
Pese a que Urdangarin ya ha cumplido el total de su condena, no verá borrados sus antecedentes penales hasta dentro de cinco años siempre que no vuelva a delinquir. En este plazo, no podrá acceder a determinados trabajos, ser miembro de un jurado, desempeñar algunas acciones de voluntariado o tener perros considerados peligrosos, entre otros impedimentos que recoge la ley.