Este 9 de febrero José Luis Ballester fue el primer imputado del caso Nóos en declarar ante el juez y sus palabras no dejaron en muy buen lugar al marido de la Infanta Cristina, algo de esperar dado que 'Pepote' es el primero en mostrarse "arrepentido" en el escándalo de corrupción.
El que fuera Director de Deportes del Govern de Baleares aseguró en su declaración que se sentía "utilizado" por su amistad con Iñaki Urdangarin, que se habría aprovechado de la misma para acceder a acuerdos y negocios con organismos oficiales.
Del mismo modo, declaró que Jaume Matas había dado la orden de que todos los contratos fueran adjudicados al Instituto Nóos cuando así lo solicitase, por muy millonarios que fueran: "el objetivo era contratar a Urdangarin sin discutir el precio", afirmó Ballester. Cabe recordar que el expresident también se encuentra sentado en el banquillo de los imputados junto a la Infanta Cristina, después de que a esta se le denegara la aplicación de la doctrina Botín.
Estas palabras, evidentemente, no cayeron nada bien en los duques de Palma, que rompieron la actitud de póker a la que nos tienen acostumbrados en este juicio y dejaron ver -y oír- su rabia en un descuido ante los medios.
La rabia de Urdangarin: "lo crujo"
Mientras Pepote declaraba, en la sala de visitas de la Audiencia Provincial de Baleares se encontraban escuchando atentamente Urdangarin y Cristina, quienes mostraron su malestar al acabar. Muy unidos, la Infanta no se percató de la presencia de medios y, según salían, le dio a su marido su opinión sobre la actuación de Pepote: "este no lo ha hecho muy bien, ¿no?" dijo en un despiste, según informa Okdiario.
Sin embargo, la reacción que más llamó la atención fue la de Urdangarin, principal afectado por la declaración de Pepote Ballester. En una actitud mucho más agresiva de la que nos tiene acostumbrados, dejó oír un "lo crujo", una expresión que demostraba su malestar. ¿Comienza a estrecharse el cerco en torno al duque?
Entre otros negocios turbios, el exdirector de Deportes también acusó a Matas y Urdangarin de cerrar un contrato de patrocinio del equipo ciclista balear tras un partido de pádel. Un lugar poco apropiado, dato que el valor de dicho acuerdo habría sido de 18 millones de euros. El expresident también habría ordenado a Pepote que pagara 400.000 euros a Urdangarin por organizar unos foros, a pesar de producirse incumplimientos en el contrato: "déjalo estar y paga. Lo único que me interesa es ganar las elecciones del domingo".
Jaume Matas: "Urdangarin era conseguidor de patrocinios"
Este 11 de febrero le ha llegado el turno de declarar precisamente a Jaume Matas, uno de los mayores afectados por las palabras de Pepote Ballester. El expresident balear ha aclarado que tras dicho partido de pádel tan solo se habló "de una forma muy informal" de lo relevante que podría ser para las islas patrocinar el equipo ciclista Banesto. En dicho acuerdo se incluía una oficina de 300.000 euros para el Instituo Nóos como forma de pagar un "peaje" o "comisión" a Urdangarin en materia de "conseguidor intermediador o facilitador".
Matas ha reconocido que en el Govern balear "nos interesaba estar bien con Urdangarin y, especialmente, con la familia Real", lo cual le llevó a adjudicar proyectos en beneficio del duque sin ahondar en su legalidad. Él creía y confiaba en que el Instituto Nóos era una organización sin ánimo de lucro. Eso sí, ha exculpado al Rey Juan Carlos de toda implicación.
De este modo, Matas ha aceptado y asumido lo que las declaraciones de estos días venían apuntando: él fue responsable de contratar a Urdangarin, a quien "no podía decirle 'no' siendo quien era". "Asumo mi culpa e intentaré restituir el daño producido", ha afirmado el expresident, que ya ha puesto a disposición de la Justicia la mitad de su residencia.
A este paso y entre todos, al duque de Palma sí que lo van a crujir.
