El mayor escándalo de la monarquía española moderna, más allá de los líos de faldas del rey Juan Carlos, llegó de la mano de su yerno, Iñaki Urdangarin. El marido de la infanta Cristina se vio salpicado por la corrupción en el marco del Caso Nóos, por el que fue condenado a seis años y tres meses de cárcel que finalmente fueron rebajados a cinco años y diez meses.
Fue el 18 de junio de 2018 cuando el exjugador de balonmano ingresó en la prisión de brieva, en Ávila. Él mismo eligió este centro penitenciario de mujeres, por lo que ocupa un módulo apartado donde está el solo. Precisamente esta soledad fue uno de los motivos que esgrimió su abogado para conseguir el permiso penitenciario que le permite salir de la cárcel dos días a la semana en un programa de voluntariado.
Lo que el ex duque de Palma no se esperaba cuando eligió Brieva para cumplir condena era coincidir con la dirigente de ETA que intentó atentar contra su suegro. Se trata de Marixol Iparragirre, conocida como Anboto en el seno de la banda terrorista. Cumplía condena en la cárcel de Soto del Real pero, según recoge Informalia, el pasado martes 1 de octubre fue trasladada a Brieva.
Histórica dirigente de ETA
Hija de un miembro de ETA, Marixol fue la segunda mujer en alcanzar la dirección de la banda terrorista. Actuaba como jefa de administración y dirigía las operaciones de cobro, gestión y distribución del impuesto revolucionario.
Iparraguire fue detenida en la ciudad francesa de Pau en 2004 junto a su compañero sentimental y cerebro de la banda Mikel Antza. Ambos se escondían allí mientras participaban activamente en la organización y la gestión de la banda criminal.
Tras la detención en 2004, el juicio en Francia contra Marixol y otros ocho encausados se inició en el Tribunal de lo Criminal de París, en noviembre de 2010, acusada de ser la jefa de administración de ETA al tiempo de su detención, por lo que el fiscal solicitó 30 años de prisión. Fue condenada a 20 años de prisión, la misma pena que a Mikel Antza el 17 de diciembre de 2010.
El pasado 4 de septiembre Francia la entregó a las autoridades españolas. Iparragirre está acusada de 14 asesinatos. Asimismo, fue procesada por dar instrucciones para atentar contra el rey Juan Carlos en la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao, en 1997. El atentado fue frustrado gracias a la intervención de un ertzaina que fue asesinado.
Fue ella, junto a Josu Ternera, quien puso voz al comunicado del 3 de mayo de 2018 en el que la organización anunció su disolución.