La Comisión Europea finalmente ha negado las ayudas a seis ciudades polacas declaradas a sí mismas como 'zonas libres de ideología LGTB', una iniciativa amparada por la ultraderecha que ostenta el Gobierno en el país para discriminar a las personas del colectivo.
Las ciudades que han institucionalizado la LGTBIfobia habían pedido ayudas para un programa de hermanamiento entre ciudades de distintos países. La comisaria europea de Igualdad, Helena Dalli, ha anunciado el veto sin concretar exactamente el nombre de las ciudades.
"Los valores y derechos fundamentales de la Unión Europea deben ser respetados por los Estados miembro y las autoridades estatales. Es por ello, que las solicitudes de hermanamiento de seis ciudadades polacas que se declararon 'zonas libres de LGTB' o adoptaron resoluciones de 'derechos de la familia' han sido denegadas", ha afirmado Dalli.
Las ayudas que han perdido las ciudades que han convertido la LGTBIfobia en ideología ofiicalista se calculan entre 5.000 y 25.000 euros para crear vínculos culturales, educativos y sociales con otras ciudades europeas.
La agencia responsable del programa, EACEA, estipula que las convocatorias deben ser accesibles a todos los ciudadanos, sin discriminación de ningún tipo, incluyendo también la orientación sexual.
Ruptura de hermanamientos
La política de institucionalización del rechazo a la comunidad LGTBI en Polonia también ha sido el marco en el que varias ciudades europeas han terminado rompiendo voluntariamente sus hermanamientos.
Uno de los ejemplos más sonados lo ha protagonizado la localidad francesa de Saint-Jean-de-Braye, que dio por finalizado su hermanamiento con la población polaca de Tuchów el pasado mes de febrero. Esta iniciativa se está extendiendo a otras relaciones institucionales de similar naturaleza.
Hasta un tercio de Polonia se encuentra ocupada por municipios que se han declarado a sí mismos como 'zonas libres de ideología LGTB'. Esto forma parte del auge de los movimientos ultracatólicos y ultraderechistas que ampara el Gobierno, controlado por el partido del mismo corte, Ley y Justicia, que recientemente ha revalidado el poder.
Este partido ha llegado a calificar a las personas LGTBI y la diversidad sexual como "una ideología extranjera más dañina que el comunismo", algo que también se extiende a la legislación, como la reciente norma que criminaliza la educación sexual.
