Los dirigentes de la Unión Europea han llegado a un acuerdo con Turquía para deportar allí a todos los refugiados que lleguen a Grecia de manera irregular a partir del 20 de marzo, según informa Europa Press.
Los mandatarios europeos saben que la opinión pública está muy sensibilizada con el problema de los refugiados y, por ello, han dedicado los últimos días a pulir el preacuerdo con Turquía que se filtró esta misma semana. Desde la UE aseguran que el pacto alcanzado rechaza las expulsiones colectivas y las "devoluciones en caliente" y que cada refugiado podrá realizar su solicitud de asilo de forma individualizada, de manera que serán deportados o no en función de sus condiciones individuales.
De este modo, a partir del domingo 20 de marzo todos los refugiados que lleguen a Grecia desde Turquía de forma ilegal podrían ser devueltos a territorio turco. Para que su gobierno aceptara, la UE ha tenido que garantizar que trasladará a suelo comunitario al mismo número de personas que sean deportadas y podría llegar a invertir hasta 6.000 millones de euros para la atención a refugiados. Eso sí, el acuerdo contempla solo 72.000 plazas y, si se sobrepasasen, este sistema sería suspendido. Esta cifra resulta bastante ajustada, teniendo en cuenta que las personas desplazadas por el conflicto sirio se cuentan ya por millones.
Del mismo modo, este acuerdo tiene una contrapartida positiva para Turquía: antes de que Países Bajos concluya su presidencia de la Unión, es decir, antes del 30 de junio, se reactivará el proceso de adhesión del país euroasiático. Un proceso con limitadas posibilidades de éxito, dado que Turquía incumple algunos puntos importantes como el reconocimiento de países como Chipre.
Las primeras reacciones no se han hecho esperar y Médicos Sin Fronteras ya ha calificado el acuerdo de "cruel" y "cínico", a la par que desde la organización consideran que este acuerdo no solucionará el problema de los refugiados.