Una España justa es aquella en la que todos los españoles disfruten de una Sanidad de calidad, sin importar dónde viven o en qué lugar han nacido. Que esté en manos de las Comunidades Autónomas ha servido durante años para generar una enorme desigualdad entre ciudadanos de un mismo país.
En la actualidad es más fácil que te atiendan en un hospital de Bélgica que en un hospital de una Comunidad Autónoma distinta a la tuya. Tenemos 17 sistemas sanitarios siendo un solo país.
En función de si vives en una región o en otra tendrás más o menos hospitales, tratamientos y vacunas distintos para las mismas enfermedades, más o menos listas de espera... Injusto, ¿verdad? Debemos apostar fuerte para que todos los ciudadanos tengamos las mismas condiciones. Si es necesario, habrá que cambiar la Constitución para garantizar que tanto la educación como la sanidad vuelvan a ser gestionadas por el Estado. Sólo así se podrá garantizar que sea común en toda España y de la máxima calidad.
Esto no sólo afecta a los tratamientos. También lograríamos que los hospitales tuvieran más fuerza para lograr mejores acuerdos con las farmacéuticas, habría un sólo calendario de vacunación y no habría dudas sobre el hospital al que tiene que ir la ambulancia en caso de urgencia.
Cobertura sanitaria para inmigrantes
Una España justa también es aquella en la que los inmigrantes tienen cobertura sanitaria. Privar a los inmigrantes de la sanidad es peligroso e inhumano. No sólo estás atentando contra sus derechos esenciales, también estás atentando contra la salud de los españoles. Las enfermedades contagiosas no entienden de pasaportes ni permisos.
En España no podemos dejar a nadie atrás. Sólo porque alguien no tiene papeles no se le puede privar de sanidad, es una acción muy cruel. Otro argumento a favor sería que es más barato tratar y curar a una persona sin papeles que enfrentarse a un brote de una enfermedad grave. Dejar a los inmigrantes sin sanidad es una acción temeraria para todos