He, la protagonista taiwanesa de esta historia, decidió acudir a urgencias porque se había levantado con una gran hinchazón en el ojo que le provocaba mucho dolor y creía que podía tener una grave infección. Sin embargo, cuando los médicos del Hospital Universitario de Foyin observaron su ojo el asunto dio un giro dramático.
Porque la joven de 29 años no sufría ninguna infección, lo suyo era aún más 'extraordinario". Lo que tenía alojado bajo el párpado eran cuatro abejas que se alimentaban de sus lágrimas. Sus tamaños rondaban entre los 3 y 4 milímetros y cuando el doctor se las extrajo todavía continuaban vivas.
Visión reducida al 90%
Este extraño suceso ha dado la vuelta al mundo y muchos medios y digitales se han hecho eco de ello. Los médicos lo han descrito como una 'primicia mundial', ya que es la primera vez que se ve algo así. El doctor que la trató explicó a los medios que es "una suerte que la paciente no tuviera fiebre y que el sistema central estuviera intacto", pero ha asegurado que He llegó con visión muy reducida, del 90%
El médico dice que la paciente -y las abejas- han tenido suerte porque He no se frotó los párpados en ningún momento. Eso evitó más problemas. Los medios locales cuentan que ella sintió que le había entrado algo en el ojo mientras realizaba unas labores, pero que no le dio nada de importancia. Sin embargo, horas más tarde empezó a sentir un gran dolor que le llevó a acudir a urgencias.
