La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en España, un indicador que mide el porcentaje de población en riesgo de carencias materiales severas y baja intensidad del empleo, se situó en 2022 en el 26%, por lo que registró un 26% a pesar de que España se encontraba en un contexto de inflación.
La mejora de este contexto se debe a la buena situación de la economía y el empleo. Los datos contrastan con los registrados en 2021, cuando se registró una tasa del 27,8%, según los datos que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Todos los componentes relacionados con la tasa de riesgo de pobreza han mejorado. El porcentaje de población ha descendido desde el 21,7% hasta el 20,4%, la proporción de personas con carencia material ha bajado del 8,3% hasta el 7,7% y el porcentaje de población en situación de baja intensidad ha pasado del 11,6% hasta el 8,6%, debido especialmente al final de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
A pesar de todo, 1 de cada 5 ciudadanos españoles se encuentra en riesgo de pobreza, una ratio que aumenta en niños menores de 16 años, en los que un 32,3% de la población encuentra una situación de vulnerabilidad, frente al 33,2% del año anterior.
Mejora de indicadores
Entre los factores que influyen en la mejora de los indicadores se encuentran el alza en los salarios, que han alcanzado una media de 13.008 euros por persona, lo que supone un incremento del 6% respecto a 2021. El umbral de pobreza se fijó en 10.888 euros para un hogar de una persona y en 21.185 euros para familiar de dos adultos y dos niños.
El 7,7% de la población tuvo problemas de carencia material o social en 2022. Esto supone que no pudieron comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días, no pudieron mantener su vivienda a temperatura adecuada, no pudieron afrontar gastos imprevistos, tener coche, cambiar la ropa vieja, tener al menos dos pares de zapatos en buen estado, tener internet, participar en actividades de ocio, salir a comer al menos una vez al mes o irse de vacaciones al menos una semana al año.
El porcentaje se situó en el 8,3% el año anterior, pero en la actualidad ha vuelto a un 7,7%, en niveles de 2019, cuando la pandemia no había afectado a la economía. El 8,7% de la población española también manifestó en 2022 "mucha dificultad" para llegar a fin de mes frente al 8,6% del año anterior.
Los indicadores que miden la desigualdad también han mejorado en 2022, respecto a 2021. El índice de Gini se sitúa en 32, cuando el 0 indica la igualdad absoluta y el 100 la desigualdad absoluta. Además, la ratio S80/20, que compara los ingresos del 20% más rico con el 20% más pobre, también ha descendido del 6,2 al 5,6, el valor más bajo de los últimos años.
Ciudadanos en riesgo de pobreza
El INE indica que los ciudadanos en riesgo de pobreza se incrementan en la población con estudios educativos equivalentes a formación primaria (36,1%), así como aquellos con formación superior (14,1%), mientras que aumenta destacadamente entre aquellos hogares con un adulto con uno o más hijos (49,2%), en comparación con hogares en los que hay dos adultos y uno o más niños (26,8%).
Los parados son el colectivo con mayor riesgo de pobreza (55,7%), frente a los ocupados (16,5%). Además, existen importantes diferencias por nacionalidad, ya que el 60,4% de la población extranjera en España está en riesgo de pobreza, un nivel que desciende al 39,6% dentro de la población de la UE, mientras que el riesgo de pobreza entre españoles baja al 21,9%.