La salud mental en España es todavía un tema tabú. Cinco de cada cien personas están diagnosticadas por depresión, el mismo dato que personas con trastornos de ansiedad. Sin embargo, las cifras no son un reflejo exacto, ya que no todas las personas que padecen estos trastornos llegan ni siquiera a ser diagnosticadas. Así lo explican en un estudio elaborado por Civio.
Estos dos trastornos mentales son los más frecuentes, pero no por ello menos importantes. De hecho, si no se llegan a tratar adecuadamente pueden llegar a generar una discapacidad o pueden llevar a la persona a que se plantee el suicidio. En España, casi ocho muertes por cada 100.000 habitantes fueron por este motivo en 2016, según Eurostat.
Barreras a la salud mental
En primer lugar, el estigma parece ser el principal obstáculo para la atención de las personas con trastornos mentales. Estas barreras sociales impiden a las personas con problemas de salud mental acceder a un diagnóstico y tratamiento adecuados. Pero una vez superado el estigma, vienen los obstáculos que impiden al paciente recibir de forma gratuita el tratamiento idóneo.
El acceso a tratamientos de salud mental es público en la mayoría de países europeos, pero esto solo es en teoría. En España, según el Instituto Nacional de Estadísitica había 32.500 psicólogos colegiados en 2018, pero solo 2.397 trabajaban en el sistema público. Esto significa que solo hay 5,14 psicólogos de la Seguridad Social por cada 100.000 habitantes. El mínimo marcado por los expertos es de 20 psicólogos por 100.000 habitantes.
La falta de profesionales en psicología hace que en muchas ocasiones estos trastornos se traten en atención primaria. Si derivan al paciente a un psicólogo, la lista de espera es de unos 4-9 meses en Madrid. Cuando finalmente puede ver a un psicólogo clínico, la sesión sería de unos 20-30 minutos y la siguiente cita no será hasta dentro de 6-8 semanas.
Más de 9 horas de trabajo por una consulta
Las personas que no quieren esperar meses para acceder a ayuda psicológica y pueden pagarlo acuden a una consulta privada. El precio medio de esta consulta oscila entre los 50 y los 100 euros. Según el estudio de Civio, si trabajas una jornada laboral de ocho horas con el salario mínimo de 1.108 euros, tendrías que trabajar durante 9 horas y 41 minutos para poder pagar una sola sesión.
Los expertos en salud mental insisten en la importancia de invertir más en salud mental dentro del sistema público. Hasta entonces, solo las personas que puedan permitirse pagar ese precio por una consulta privada podrán ser tratadas por un psicólogo sin tener que esperar meses a ser atendidos a través de la Seguridad Social.
