El debate en torno a la tauromaquia aún continúa presente en la sociedad. Para dejar patente su rechazo a esta práctica, el artista Sam3 ha querido desarrollar una curiosa iniciativa: retratar el horror de la violencia que esconde el Guernica de Picasso sobre un toro de Osborne.
Además de tener en cuenta el trasfondo reivindicativo de su acción, lo cierto es que la pintura de Sam3 está lejos de convertirse en un acto de vandalismo: el artista urbano cuenta con un amplio reconocimiento internacional, y después de que haya reivindicado su autoría en redes sociales, gran parte de los vecinos de Santa Pola (Alicante), se han mostrado encantados con su obra.
La alcaldesa de la localidad, Yolanda Seva (PSOE), tiene la intención de mantener el trabajo realizado por Sam3, pero tampoco cuenta con la última palabra: el grupo empresarial dueño de la valla es quien debe decidir si lo conserva o si devuelve el tradicional color negro a la figura taurina.
El motivo de esta creación es evidente: reivindicar la abolición de la tauromaquia. En una entrevista con Verne, Sam3 relata su opinión sobre este espectáculo a través de la comparación con el cuadro de Picasso: "Guernica es guerra y todo lo que esto significa: horror, abuso, desastre, muerte, víctimas, espectáculo".
En una publicación de Facebook, el artista también ha querido incidir sobre este asunto: "El monstruo de la guerra fue retratado en 1937 y Guernica es sólo uno de sus nombres, le gusta pastar donde hay inocentes y desarmados. Tauromaquia de cobardes. Reverencia a Picasso", ha afirmado en un mensaje en su muro, en el que también ha adjuntado la fotografía del toro para reivindicar la autoría.
Mientras tanto, el Consistorio va a intentar mantener la obra por todos los medios a su disposición, aunque la última palabra sobre este asunto no la tienen ellos: el propietario de esta valla es Casa Osborne, y si la empresa decide restaurarla, nadie se lo puede impedir: "Vamos a enviar un escrito a la empresa para estudiar la posibilidad de mantenerlo", ha afirmado Mercedes Landa, concejal de Truismo del Ayuntamiento de Santa Pola.
"Cuando veo cómo ha quedado el toro veo arte y también un alegato contra la guerra y en favor de la libertad", afirmó instantes previos a conocer que la obra parte de uno de los artistas callejeros más conocidos y cotizados del mundo.
A pesar del debate, la obra de Sam3 es lo mejor que le ha podido pasar a este toro de Osborne: "nunca ha estado tranquilo en su historia. Una vez le arrancaron los testículos, hace poco una tormenta lo derribó y ya ha sido pintado otras veces". En esta última ocasión, hay que reconocerlo, al menos ha quedado con mucho mejor aspecto.
No es la primera vez que el artista pinta este toro
El toro de Osborne de Santa Pola, a pesar de haber sido maltratado por medio pueblo (a juzgar por las palabras de la concejal), también fue pintado en el pasado por el mismo autor, Sam3.
En aquella ocasión, en el año 2009, el artista pintó la figura de la vaquilla simulando un estado de desnutrición con el fin de denunciar la dura crisis económica en la que se encontraba sumergido el país en aquella época.
El entonces alcalde, Miguel Zaragoza (PP), no compartió la posición de la actual regidora socialista. Instó a la empresa a arreglar la figura porque creía que "aunque la crítica fuera oportuna, ridiculizaba la imagen del toro".
Ahora, la posición del Consistorio es completamente distinta: "Se ha convertido en el más original de todos los toros de Osborne que hay en España. Sabiendo lo reconocido que es el autor y la polémica que ha generado, lo ideal sería explicar a la gente quién es el artista detrás de esta iniciativa, ya que en estos días ha atraído a muchos visitantes, que desean hacerse una fotografía con él".
Mientras tanto, el debate continúa en Santa Pola entre los que consideran que todo se trata de un acto de vandalismo y los que se han posicionado a favor de lo que podría considerarse como un nuevo atractivo para la localidad alicantina. Aunque la última palabra la tiene la empresa dueña del toro, que ya se está planteando restaurarlo, aunque no ha reaccionado a las peticiones del ayuntamiento.
