Lo primero que hay que señalar antes de comenzar a hablar de estos estudios, realizados en la Universidad estadounidense de Wharton, es que la apariencia física no influye en absoluto en la inteligencia. Las características físicas, ya sea el pelo, el tono de la piel, el sexo... no tienen nada que ver con las capacidades intelectuales de una persona. Esto no es algo discutible, pese a que se pueda pensar que sí. La inteligencia no se refleja de ninguna manera en el físico de una persona, no hay forma posible de conocer el cociente intelectual a través de sus rasgos. De poder ver si una persona es inteligente o no tan solo observándolo sin más, seguramente nos ahorraríamos muchos problemas a la hora de ligar, ¿no creéis? Podríamos descartar mucho más rápido a aquellos que no nos interesaran.
Teniendo esto en cuenta, podemos pasar a hablar de los tres estudios que se han llevado a cabo en una Universidad de Pensilvania, donde se ha llegado a la conclusión de que los hombres calvos son percibidos como más inteligentes por el resto. La investigación se realizó llevando a cabo distintas pruebas a más de sesenta participantes; lo que hacían los investigadores es mostrar distintas fotografías a los encuestados, todas de hombres con cabello y sin cabello, y se le preguntaba qué pensaban de esos hombres solo por su apariencia.
Prácticamente todos los participantes señalaron que los hombres calvos les parecían más viriles, más inteligentes y seguros de sí mismos. El autor del estudio, Albert E. Mannes (¿será calvo?), explicó que "un hombre calvo, orgulloso de sí mismo, tiene un potencial más alto de fuerza y liderazgo". No obstante, esto no se aplicó a absolutamente todos los calvos, sino que tan solo lo hizo a aquellos que realmente no tenían ni un ápice de pelo en su cabeza. Aquellos hombres que continuaban teniendo pelo en todos lados excepto en al coronilla eran percibidos como más débiles, como personas inseguras de sí mismas y que no querían aceptar el hecho de que se estaban quedando calvos.
Hemos de tener en cuenta la veracidad real de este estudio. Lo que los investigadores hicieron fue mostrar fotografías a un grupo bastante reducido de personas y, a partir de ahí, ir haciendo una selección de lo que los demás consideraban más o menos atractivo. El hecho de diferenciar atractivos partiendo de si alguien tiene o no tiene cabello ya es, por sí mismo, bastante significativo. Pero seguramente este estudio sirva para subirle la autoestima a alguien, y con eso ya es suficiente.
Este estudio ha sido realizado solo en hombres; es decir, no se ha analizado si las mujeres son vistas como más o menos atractivas dependiendo de si se rapan o no. Seguramente el resultado hubiera sido totalmente opuesto, ya que las mujeres que son consideradas más atractivas son las que tienen el pelo largo. Se asocia feminidad con cabello largo; todo se resume, finalmente, en roles de género que tenemos impuestos desde nuestro nacimiento.
Si es ateo, el hombre es considerado aún más inteligente
Unos investigadores de la Universidad de Rochester, llamados Miron Zuckerman, Jordania Silberman y Judith A. Hall, llevaron a cabo un estudio paralelo al descubrir que había un total de sesenta y tres estudios que asociaban una menor inteligencia a personas religiosas. Según estos estudios, las personas consideran menos inteligentes a los hombres que son creyentes; dentro de este grupo, consideran aún menos inteligentes a aquellos que practican su religión de forma habitual. Esto podría tener una especie de explicación sociológica, y es que tendemos a creer que las personas creyentes desprecian todo aquello que tenga que ver con la ciencia y, por ende, con el conocimiento. Pero no son más que prejuicios nuestros, que se podrían subsanar con una conversación en condiciones con esa persona en cuestión.
No obstante, en el estudio, los investigadores no supieran dar explicación a esa asociación, puesto que dependía bastante de la edad de la persona. Cuando un hombre joven era ateo, se relacionaba mucho con los años que había pasado en la universidad; se cree que aquellos estudiantes considerados más inteligentes acaban abogando por el ateísmo. Según el estudio, esto es por "la separación del hogar y la exposición a un contexto que estimula el cuestionamiento y que puede permitir que la inteligencia impacte sobre las creencias religiosas".
Esto cambiaba cuando se hacía referencia a hombres mayores, puesto que según los investigadores, cuando un hombre está casado suele apegarse menos a una religión. Además, el académico James David señaló que los hombres ateos acababan manteniendo más relaciones sexuales que los hombres religiosos. Es cierto que la religión suele imponer una restricción bastante fuerte respecto a la sexualidad de las personas, haciendo que estas sientan que el sexo debe tener como única finalidad el reproducirse, y no el disfrute o el goce. Si aunamos los dos estudios, realizados de forma paralela, podríamos llegar a la conclusión de que los que más ligan son los ateos calvos, puesto que son considerados mucho más inteligentes que el resto; mas no se sabe hasta qué punto esto se corresponderá con la realidad.
La fiabilidad de estos estudios es bastante reducida, aunque siempre es divertido ver investigaciones de este tipo para poder enviárselas a ese amigo calvo y ateo que todos podemos tener. ¡Una buena forma de darle ánimos, sobre todo si no liga demasiado!