Virar el discurso (que no convicciones) desde las posturas económicas neoliberales hacia el proteccionismo. Vincular su particular guerra cultural contra el feminismo y el colectivo LGTBI a una batalla contra las élites, al estilo de los fascismos más clásicos. Apoyar una renta mínima que, hace tan solo unas semanas, calificaban como "paguita".
Estos son solo algunos de los giros que está mostrando el partido de ultraderecha VOX con el objetivo de consolidar su discurso en los barrios obreros y aprovechar el caldo de cultivo que generará la crisis económica para dispararse en apoyos. Este tuit del portavoz de VOX en el Parlamento de Asturias, tras las pasadas elecciones, resume a la perfección cuál es la estrategia hacia la que se encamina el partido:
Nuevo cinturón verde de Madrid. Cuando te levantas a currar a las 5 de la mañana, lo de la sororidad y los micromachismos se te hace bola pic.twitter.com/BcdRphghWb
— Ignacio Blanco ???????????? (@ignacioblanco) November 11, 2019
Este giro llama especialmente la atención, puesto que muchos cuadros de VOX abandonaron el PP durante la etapa de Mariano Rajoy porque consideraban al expresidente del Gobierno demasiado 'laxo' con sus recortes.
Ahora, el partido vira hacia posturas más proteccionistas, articulando una semántica en la que se dice defender la soberanía frente a las condiciones de Bruselas, basadas en recortes y austeridad.
De hecho, el partido quiere conjugar una propuesta nacionalista que se intente camuflar con la lucha de clases, a través de una campaña donde se pedirá potenciar el comercio nacional y el tejido empresarial patrio frente a los productos extranjeros.
La estrategia, menos liberal en lo económico y más cercana hacia las clases obreras, despunta en Francia, donde el Frente Nacional (ahora Agrupación Nacional) de Marine Le Pen es una alternativa clara de Gobierno que disputó la presidencia a Emmanuel Macron durante la segunda vuelta.
El giro coincide con la llegada de la nieta de Jean-Marie Le Pen, Marion Maréchal, que ya ha instalado en Madrid una sede del Instituto de Ciencias Sociales, Económicas y Políticas (ISSEP-Lyon). En ella ahora imparte charlas y cursos en los que también colaboran personalidades de la órbita del partido, como Gabriel Ariza o el periodista Kiko Méndez Monasterio.
Las intenciones de Marion Maréchal, enfrentada a su tía Marine Le Pen, pasan por articular un discurso que articule el obrerismo con el populismo nacionalista de derechas, aglutinando con ello a todos los movimientos que ahora crecen en Europa.
Entre ellos, Víktor Orban (que ahora está en el Partido Popular Europeo suspendido de militancia), los movimientos occidentales de Alternativa por Alemania o el grupo de Salvini; además del grupo del Visegrado, con la ultraderecha polaca, la húngara acercándose y los aliados de VOX, con quien comparten grupo en el Parlamento Europeo.
Una estrategia que aplicarán con fuerza en la crisis económica
El giro 'lepenista' de VOX se lleva testando durante varios meses desde la dirección del partido, pero el cierre de la planta de Nissan en Barcelona parece haber lanzado este mantra en todo su esplendor.
"Nissan cerrará su planta de Barcelona, donde trabajan más de 3.000 españoles. La izquierda y el separatismo están arrebatando a los trabajadores su futuro. Para evitarlo, será necesaria la movilización trabajadora permanente hasta vencer al Gobierno del paro y la miseria", ha afirmado la cuenta del partido.
???? Nissan cerrará su planta de Barcelona, donde trabajan más de 3.000 españoles.La izquierda y el separatismo están arrebatando a los trabajadores su futuro. Para evitarlo, será necesaria la movilización trabajadora permanente hasta vencer al Gobierno del paro y la miseria ???????????? https://t.co/XivDs7ohpNpic.twitter.com/qaoduYEZQK
— vox_es (@vox_es) May 14, 2020
La crisis económica que se avecina será el caldo de cultivo idóneo para cultivar discursos populistas y algunos partidos se pelearán por apropiarse de la representación de 'los de abajo', todo un nicho de votos que VOX quiere explotar.
El objetivo es claro: crear una formación en parte transversal, que pueda solventar el pequeño nicho al que representa ideológicamente como extrema derecha dinamitando ese eje. El discurso antieuropeo y los guiños a la clase trabajadora, en plena época de empobrecimiento generalizado, pueden ser claves en su ascenso durante los próximos meses. Al menos, el partido intentará explotarlo.