El PP es un "partido de centro". Ninguna mención a la derecha. Apelaciones al diálogo y el consenso con la izquierda sin abandonar las críticas al Gobierno. Pablo Casado ha exhibido un nuevo giro en su liderazgo durante la Junta Directiva celebrada este lunes, la primera en su historia de manera telemática, donde el líder conservador parece imprimir un giro de estrategia.
Lo cierto es que los números de la 'derecha sin complejos' siguen sin cuadrar. Primero, porque Ciudadanos sube en las encuestas con la mano tendida hacia Pedro Sánchez. Segundo, porque el PP se está alejando de socios tradicionales, incluido el PNV, aquel que sostuvo a Rajoy o Aznar en La Moncloa. Parece complicado que se pueda llegar a La Moncloa soñando con una mayoría absoluta de PP, Ciudadanos y VOX en un sistema como el actual.
Pablo Casado también está reforzando sus equipos. Las caras que ahora cogen peso son Ana Pastor y Cuca Gamarra, esta última, la principal impulsora de que el PP acudiera a la manifestación del 8-M.
Habrá que dejar tiempo para comprobar si esa estrategia se consolida, si es un mero guiño o un globo sonda, pero lo cierto es que las últimas declaraciones se alejan de la vía Faes de José María Aznar (de hecho, ha ignorado por completo a Cayetana Álvarez de Toledo durante esta Junta Directiva).
"Nuestra función esencial como partido político es unir, no separar. Por eso denunciamos a quienes dividen, polarizan y buscan los desencuentros para crecer en lo suyo a costa de lo de todos. Y por eso, además de esa denuncia infatigable, es capital para nosotros, porque lo es para España, que renovemos nuestro proyecto para hacerlo más atractivo y de muchos más", ha reclamado.
¿La historia se repite? El espejo de Mariano Rajoy
Lo cierto es que la relación de Pablo Casado con Mariano Rajoy no es del todo fluida, pero el viraje del actual líder de los populares remite al expresidente del Gobierno: tras una legislatura bronca donde permaneció en la oposición, posteriormente hubo un giro hacia el centro que le permitió ampliar sus bases y finalmente conquistar el Palacio de La Moncloa.
Como hemos comentado, es pronto para saber si este giro se consolidará, aunque el suelo lleva varias semanas moviéndose en Génova a favor de Pastor y Gamarra. El último discurso de Casado suena a ello: ha ofrecido un nuevo Pacto de Toledo y el Pacto Cajal por la Sanidad, aunque posteriormente ha señalado que Pedro Sánchez no le coge el teléfono.
Aquí han empezado las críticas al presidente del Gobierno: "Sánchez no ha transitado el único camino posible de la concordia y la colaboración democrática, sino que ha elegido el camino de la división y de los cordones sanitarios".
Y ha terminado: "Lo que siempre ha hecho, lo que siempre le ha definido. Y ante ello, debemos recordar simepre a los españoles que Sánchez lleva dos años sin proponer nada y descartando por anticipado cualquier camino que lleve al consenso político, al verdadero progreso económico y social, al fortalecimiento de las instituciones y el sistema constitucional".
