La cifra es realmente alarmante: 325 personas transexuales, transgénero o de género diverso han sido asesinadas principalmente debido a un delito de odio por parte de sus ejecutores en todo el mundo en el último año. Más de la mitad de los homicidios han ocurrido en Brasil. Y España entra en la lista con una persona muerta.
El informe es elaborado por Transgender Europe (TGEU), una red de varias organizaciones fundada en 2005 en Viena para luchar contra la transfobia e impulsar los derechos de los seres humanos trans. En esta ocasión, la lista ha recabado los datos de los asesinatos desde el 1 de octubre de 2016 hasta el 30 de septiembre de 2017. Unas cifras parciales, puesto que probablemente la cantidad sea más elevada.
Cada 20 de noviembre desde 1998 se conmemora el Día Internacional de la Memoria Transexual para recordar a todas las víctimas de la transfobia. Un delito de odio que no cesa en muchos países del mundo y contra el que los gobiernos no luchan de manera contundente a través de nuevas leyes de prevención y protección, campañas de sensibilización o educación de las nuevas generaciones.
Latinoamerica es la zona del planeta donde estos asesinatos son más frecuentes. Las cifras son especialmente dolorosas para todos los que creemos en un mundo más igualitario, más justo, más pacífico, más humanitario y con menos odio y rencor.
La transfobia mata
El odio incomprensible de algunos seres inhumanos hacia otros está provocando la muerte de centenares de personas dentro del colectivo LGTBI y el aumento de los ataques en las calles, pese a que en los últimos años se hayan logrado notorios avances en materia de igualdad y de derechos de las personas homosexuales, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales.
Sin ir más lejos, ya son 26 los países que han legalizado el matrimonio homosexual, entre los que se encuentra España, nación que fue la tercera en hacerlo. Incluso Alemania se convertía en el primer país europeo en reconocer a las personas intersexuales gracias a un fallo del Tribunal Constitucional.
Entonces, ¿qué ocurre con las personas transexuales? Dentro y fuera del colectivo LGTBI, son las más estigmatizadas y corren un mayor riesgo de exclusión social o de ser agredidas. Recientemente, el Constitucional de Bolivia revocaba a las personas transexuales el derecho a casarse, adquirido tras una ley que les permitía modificar sus datos en los documentos al cambiarse de sexo. E incluso en España el PP, el partido del Gobierno de la nación, ha votado en contra de un proyecto de ley LGTBI que incluye, entre otras medidas, la despatologización de la transexualidad.
Pero la transfobia va mucho más allá de las acciones legislativas o de los comentarios despectivos e hirientes de las redes sociales puesto que se trata de un delito de odio que está acabando con la vida de muchos seres humanos. Concretamente y sin que estas sean cifras absolutas o cerradas, 325 personas fueron asesinadas alrededor del mundo por querer vivir en libertad su propia vida entre octubre de 2016 y septiembre de 2017.
Los datos ofrecidos de los últimos doce meses por Transgender Europe son desoladores: 171 personas trans perdieron su vida en mano de seres repugnantes en Brasil; 56 en México; 25 en EEUU, el país de las libertades; 10 en Colombia; 8 en Filipinas; 7 en El Salvador y Argentina; 6 en Venezuela; 5 en Pakistán y Tailandia; 4 en India; 3 en República Dominicana; 2 en Honduras, Arabia Saudí y Malasia; y una persona en España, Países Bajos, Francia, Canadá, Guatemala, Costa Rica, Ecuador, Chile, Paraguay, Sudáfrica, Georgia y (sorprendentemente, aunque estos datos solo son parciales) Rusia.
La cifra total del último año ha crecido en 30 muertes más. En Brasil se ha elevado en 48 asesinatos; 4 más en México; 2 más en EEUU; 7 más en Filipinas y 4 menos en Colombia. Entre el 1 de enero de 2008 y el 30 de septiembre de 2017 esta cifra asciende a 2.609 asesinatos de personas trans en total de los que se tengan constancia. Probablemente, el número de seres humanos muertos como consecuencia de la transfobia sea más elevado.
Desgraciadamente, España aparece durante este último recuento con la muerte de una persona transexual en Santa Cruz de Tenerife. Ella se llamaba Lorena Reyes y su fallecimiento se produjo en octubre de 2016 tras caer por una ventana mientras huía de un sanguinario que intentaba asesinarla. El ser inhumano en cuestión era un cliente, puesto que Reyes se dedicaba a la prostitución para poder ganar dinero.
Transgender Europe enmarca todos estos asesinatos ocurridos durante los últimos años en los delitos de odio y de transfobia. Asimismo, los relaciona con otros como el racismo, la xenofobia, el machismo o el menosprecio a la integridad física y moral de las personas que se ven obligadas a ejercer la prostitución como forma de vida.
La conmemoración cada 20 de noviembre del Día Internacional de la Memoria Transexual tiene más sentido que nunca. La puesta en marcha y la elección de esta fecha no es casual. Se produjo en memoria a Rita Hester, una mujer transexual afroamericana que fue asesinada en 1998 en Massachusetts (EEUU) y se ha convertido en un motivo para reivindicar los derechos de las personas trans y recordar a todas las víctimas fruto del odio y la transfobia.