El conflicto entre Rusia y Ucrania lleva latente durante muchos años, también en Eurovisión. Si en 2005 el festival llega a Kiev en pleno Euromaidán, y en 2017 se celebra sin la presencia de Rusia debido a las restricciones nacionales respecto a Crimea del gobierno ucraniano, este año sin ir más lejos la vencedora de la preselección ucraniana, Alina Pash, se quedaba sin puesto para Turín por haber ido a Crimea de manera ilegal hace unos años. En su lugar eligieron a la banda Kalush Orchestra.
La tensión entre ambos miembros activos de la UER ha sido total, fiel reflejo del momento prebélico entre ambas naciones por los territorios de Crimea, Donetsk y Luhansk. Si bien para Eurovisión 2022 aún no tenemos noticias alguna del plan ruso para la cita transalpina, la UA:PBC, organismo público ucraniano, se ha adelantado a todo acontecimiento reclamando a la UER la expulsión inmediata del Channel One y la Radio Pública Rusa (VDTRK) alegando que desde 2014 han sido "portavoces del Kremlin y una herramienta de propaganda política financiada por el Estado ruso".
Si bien en esto Eurovisión es la punta del iceberg y ser miembro activo de la UER repercute en otros asuntos más fundamentales como el intercambio de informaciones entre entes públicos o los feeds de satélite entre ellos, el reconocimiento de las Repúblicas Independientes de Donetsk y Luhansk, unido a la entrada de tanques rusos en territorio ucraniano ha sido la razón por la cual la pública ucraniana ha pedido una expulsión rusa al instante.
???????? Suspilne (UA:PBC) demands to terminate the membership of the Russian state-controlled media in @EBU_HQ.
The following appeal was sent to @DelphineErnotte.#RussiaInvadedUkraine #EurovisionWithoutRussia https://t.co/dIRWQLklQA— Ukraine in Eurovision (@uapbc) February 24, 2022
Alegando que la UER debe "garantizar la libertad de expresión e información, así como el desarrollo intercultural", es curioso cómo la carta dirigida a la UER recuerda cqueen 2021 la Radio Televisión Bielorrusa ya fue expulsada de la UER por motivos similares a los que alega ahora la UA:PBC.
Eurovisión como baza
Por supuesto, en el comunicado a Delphine Ernotte, presidenta de la UER, Eurovisión ha aparecido en escena. Alegando la UA:PBC que el festival nace en 1956 precisamente bajo una pretensión de unir territorios y rebajar tensiones tras la Segunda Guerra Mundial, consideran insostenible la participación de "un agresor y violador del derecho internacional" como consideran a Rusia.
Incluso indican que al hashtag #EurovisionWithoutRussia fue TT en los últimos días, buena muestra según su criterio de que la presencia rusa en el festival es insostenible. Acciones como estas solo confirman que pese a que sea una celebración musical, el componente geopolítico del Festival de Eurovisión es total, y la UER tras esta declaración formal de la UA:PBC tendrá que tomar cartas en el asunto y no quedarse de perfil.
Siendo un conflicto enquistado a todos los niveles respecto al festival desde 2014, y con coletazos desde casi inicios de los 2000, el problema reside en sentar precedente respecto a países que puedan participar conforme a sus conflictos internacionales. El festival podría acabar tremendamente mermado de ser tajante respecto a las expulsiones. De todas formas, habrá que esperar las horas y valorar el asunto, ya que el desembolso bélico podría dejar fuera a uno u ambos miembros de Turín, tal y como sucediera con Armenia el año pasado en su conflicto con Azerbaiyán.