El concepto de privacidad ha cambiado muchísimo con las nuevas redes sociales. Las líneas que marcaban la intimidad de una persona se han alargado, se han vuelto mucho más flexibles, y, en algunos casos, incluso han llegado a desaparecer. Compartimos prácticamente todo lo que hacemos sin filtros, ya sea mediante fotografías o mediante comentarios en Twitter y en Facebook; no tenemos pudor a la hora de decir lo que pensamos de los demás en nuestras cuentas personales, y anteponemos el derecho a la libertad de expresión a todo. ¿El problema? Que esos comentarios que podemos hacer en un momento dado, ya sea por un enfado espontáneo o porque creemos que nadie nos lee, pueden acabar volviéndose en nuestra contra.
Y, si no, que se lo digan a Pedro Sánchez y su famoso "Buenos días in the morning", su "Bon jour my friends!" o su "Buenos días, i love coffee". Por mucho que el secretario general del PSOE ahora mismo se recorriera su cuenta de Twitter borrando todos esos tweets (con más de cinco años la mayoría), de poco serviría, puesto que las capturas rondan por todo internet. El trabajo ya no le merece la pena, porque es demasiado tarde para solucionarlo.
Lo de Pedro Sánchez le ha pasado a una multitud de nuevos "famosos", que anteriormente apenas tenían seguidores y, por tanto, se sentían libres para hablar de lo que quisieran en sus cuentas. El problema llega cuando el eje mediático centra en ti su mirada, y tú tienes tu Twitter lleno de frases que a lo mejor preferirías que nadie viera (o que solo vieran un número reducido de suscriptores, todos ellos conocidos y amigos). Y quien habla de frases habla de fotografías. Las fotografías comprometidas no siempre tienen que tratar de desnudos, ni mucho menos; quizás no te apetece que nadie vea la fotografía que le sacaste a tu gato mientras escalaba por tus cortinas, por ejemplo. Hay que tener cuidado con lo que se comparte, sí, hasta ahí podemos estar todos de acuerdo. Pero hay circunstancias en las que tiene sentido compartir un tweet de buenos días (como es cuando tienes apenas cien seguidores) y momentos posteriores en los que preferirías borrar ese y otros cientos de tweets.
Pero no os preocupéis, no empecéis a agobiaros con la posibilidad de que de repente triunféis en política y todos vuestros tweets "patéticos" (de nuevo: vigilad siempre lo que compartís) salgan a la luz. Porque gracias a la nueva empresa Cobete, podréis borrar todo vuestro historial pasado en Twitter y podréis libraros de esa carga rápidamente. Y solo tendréis que visitar una página web que se llama ConcejalAPP, disponible para cualquier navegador.
Cobete es una empresa muy joven, donde la media de edad es de tan solo veinticuatro años, y que está especializada en el diseño y la creación web. Desde esta empresa han lanzado la aplicación ConcejalApp que, como ellos mismos señalan, es una web "donde puedes limpiar tu historial de Twitter para evitar la cárcel... O para poder ser concejal". Es una aplicación realmente práctica, y que te permite borrar de tu perfil cualquier tweet que contenga un término que quieras hacer desaparecer por completo. Y de la forma más sencilla posible.
Adiós al historial de Twitter
"Cosas de la vida, un día raro de ánimo me acaba saliendo redondo. Me voy a casa ya para que no se estropee...", dijo Pedro Sánchez hace unos cuatro o cinco años. Ese tweet tiene más de mil retweets, y todos ellos haciendo humor de Sánchez. No pasa con un solo tweet, sino con cientos; y él podría habérselo ahorrado si Cobete hubiera existido ya.
Alejandro Tena, el responsable de marketing, comunicación y proyectos de esta empresa, explicó a El Mundo que la idea se les ocurrió tras un caso personal. "Un amigo estaba preocupado por los casos de tuits polémicos que habían acarreado consecuencias políticas o legales y nos pidió algo parecido. Lo montamos y él lo utilizaba antes de mantener reuniones con ciertas empresas. Básicamente, borraba de su historial lo que había dicho de esa persona. Al tiempo, nos dimos cuenta de que había que compartir esta herramienta con todo el mundo", contó. Muchas veces, las mejores ideas surgen precisamente así: alguien plantea un problema personal específico, y otros le dan solución. Y, al final, esa solución resulta ser lo suficientemente buena como para poder aplicarse a más gente con problemas parecidos.
No hemos de olvidar que Twitter tiene ya más de una década de vida; hace diez años, muchos de los que ahora tienen treinta tenían apenas veinte, y su mentalidad ha cambiado lo suficiente como para que ya no se sientan identificados con lo que dijeron en su momento. Puede que entonces creyeran que el mundo no era más que un cúmulo de corrupción, y ahora trabajen precisamente para las empresas que antes criticaban. Y encontrar esos comentarios es tan sencillo como hacer una búsqueda en Twitter.
Mas no son estos casos los que realmente se encuentran detrás de ConcejalAPP, aunque pueda parecerlo en un primer momento. Detrás de la creación de esta web hay también un miedo a la censura en internet, y a las repercusiones legales que un tweet pueda conllevar. Héctor Julio, el responsable de programación y administración de sistemas de Cobete, ha explicado que les preocupan los "casos como el de Guillermo Zapata o Cassandra Vera". "Obviamente las ofensas pueden existir, pero también debe existir la libertad tanto de expresión como de humor. Lo llamativo en este caso es la monitorización activa y retroactiva de Internet y redes sociales buscando estos casos. Va contra la propia esencia de Internet, y podría hacernos retroceder mucho. Con esos casos se construyen falacias en las que se invalida profesionalmente o, peor aún, se judicializa, a través de comentarios personales normalmente fuera de contexto... Herramientas como ConcejalAPP no deberían ser necesarias", señaló.
Pese a todo, ahí está la iniciativa, y cada cual podrá utilizarla como mejor le convenga. Si queréis borrar algunos tweets comprometidos, esta es la web que debéis usar. Si alguna vez os encontráis con Pedro Sánchez podéis recomendársela, por supuesto.