La Policía israelí arrestó el pasado jueves 5 de octubre a un turista estadounidense de 40 años por destruir una serie de estatuas antiguas de la época romana en el Museo de Israel, en Jerusalén. El turista declara que consideró a las estatuas "blasfemas". La Policía declaró que el hombre "cree que van en contra de la Torá".
Los medios locales declararon que iba vestido con ropa religiosa y fue visto deambulando por el establecimiento con un palo, que pudo haber usado para infligir el daño. Estas estatuas son piezas romanas antiguas que datan del siglo II d.C. y forman parte de la exposición permanente del museo.
El arrestado consideraba que las estatuas iban en contra de la religión
El turista de EE.UU. pensaba que estas obras contradecían los cánones del judaísmo, por lo que decidió arrojarlas al suelo. Al menos dos de ellas resultaron gravemente afectadas. En las fotos publicadas por las autoridades aparecen dos esculturas rotas en varios pedazos y fuera de sus pedestales. Las esculturas representan una cabeza de la diosa Atenea del siglo II d. C. y una estatua de un grifo (criatura mitológica) sosteniendo la rueda del destino que representa a la diosa romana Némesis y fechada entre 210 y 211 d.C.
Las esculturas dañadas han sido llevadas al laboratorio de conservación del museo para ser restauradas. El sospechoso a día de hoy permanece bajo custodia y asistirá a un audiencia en el Tribunal de Magistrados de Jerusalén, según The Jerusalem Post.
"La dirección del museo, que considera esto como un acontecimiento inquietante e inusual, condena todas las formas de violencia y espera que tales incidentes no se repitan. Durante el fin de semana, el museo mantendrá su horario habitual de apertura". Así lo comunicó el Museo de Israel en Metro.co.uk.