Alcàsser sigue siendo noticia. La desaparición de Miriam García, Toñi Gómez y Desirée Hernández aquel fatídico 13 de noviembre de 1992 marcó para siempre la vida del municipio valenciano, cuya vida se vio trastocada por un crimen que conmocionó a toda la sociedad española.
Casi tres décadas después, el caso ha vuelto a la actualidad a raíz del documental de Netflixque ha hecho un repaso al suceso, revisando el proceso judicial, las teorías paralelas surgidas y el circo mediático que rodeó todo. La expectación generada ha vuelto a despertar el morbo, convirtiendo Alcàsser en epicentro de multitud de visitantes en lo que se conoce como "turismo oscuro".
Puntos clave del caso
Creyéndose investigadores privados, soñando con encontrar nuevas pistas o simplemente por visitar los puntos clave del terrible triple crimen, son muchos los que deciden trasladarse hasta Alcàsser, donde han levantado una intensa polvareda abordando a los locales en busca de respuestas. Los problemas no han tardado en surgir, despertando tensiones entre los vecinos que solo quieren vivir en paz.
No hay rutas derterminadas, los turistas llegan con el único objetivo de recorrer los pasos de las niñas de Alcàsser. Así, visitan sus casas familiares, la de su amiga Esther, el Bar Músical donde se emitió el polémico programa de Nieves Herrero e incluso el cementerio, donde hay una escultura en recuerdo de Miriam, Toñi y Desirée. El Instituto La Florida donde acudía la hija de Fernando García también recibe las visitas de curiosos, así como el negocio de colchones de este. El morbo, incluso, lleva a muchos hasta la caseta y la fosa de La Romana, donde las jóvenes fueron violadas, torturadas, asesinada y enterradas. De hecho, el pasado mes de julio, una pareja que quizo hacer turismo por esta zona encontró varias falanges que podrían ser de las niñas.
Tensión y acoso
Aunque el turismo es algo que celebrar pues genera riqueza, lo ciert es que en Alcàsser se ha convertido en un verdadero problema. Los que visitan el municipio valenciano movidos por la curiosidad despertada por el caso incomodan a los vecinos con preguntas de todo tipo, llegando, incluso, a acosarlos removiendo uno de los episodios más dolorosos del pueblo.
Pese a la paciencia de los habitantes de Alcàsser, que prefieren ignorar a estos turistas manteniendo silencio ante sus preguntas, han tenido lugar varios altercados. Según recoge Columna Cero, algunos de los visitantes se han atrevido a acusar a los oriundos de ocultar supuestas conspiraciones de Estado.
Dos personas que vivieron de cerca el caso Alcàsser han denunciado el acosos sufrido por redes sociales desde la emisión del documental de Netflix. Ambos, hoy en día honrados trabajadores y padres de familia, eran amigos de Miriam, Toñi y Desirée. Uno de ellos acudió como testigo al juicio y otro participó en el programa de Nieves Herrero.