Donald Trump ha superado con éxito su segundo juicio político en el Senado, en este caso motivado por el asalto al Capitolio por parte de sus seguidores, un acto que costó la vida de cinco personas y por el que no tendrá que pagar nada políticamente. Los cargos que enfrentaba se centraban en incitación a la insurrección.
La presentación del caso ha documentado cómo el presidente intoxicó a sus seguidores con mentiras sobre un supuesto fraude electoral y les manipuló para atacar el Capitolio para evitar así que el Congreso certificara los resultados electorales.
Tan solo hizo falta cambiar de opinión a dos republicanos, que se unieron a los cinco que apoyaron al expresidente desde el inicio, para que la condena decayese. El resto se ha escudado en la supuesta inconstitucionalidad de enjuiciar a un mandatario que ya ha dejado el cargo.
"Esto no se trataba siquiera de elegir entre el país y el partido, sino entre el país y Donald Trump, pero 43 republicanos han elegido a Donald Trump", ha lamentado el líder del Senado Chuck Schumer. "Que eso quede sobre sus conciencias, ahora y en el futuro".
1 Refuerza su potencial próxima candidatura: ya sea por el Partido Republicano o con su propio partido
El hecho de haber salido indemne de este juicio político abre la vía para que Donald Trump se pueda presentar a la reelección en las próximas presidenciales, algo que habría sido completamente imposible si hubiese sido condenado.
El propio Donald Trump ha manifestado en varias ocasiones sus intenciones de presentarse, de la mano del Partido Republicano o con sus propias siglas, un nuevo partido llamado Patriot Party (Partido Patriota) que fundaría con Steve Bannon (al que indultó poco antes de marcharse de la Casa Blanca). Además, cuenta con el apoyo de toda la corte de senadores que le ha apoyado en este proceso de 'impeachment' y de una parte importante de los republicanos.
2 Ahonda en la ruptura del Partido Republicano
El Partido Republicano es fundamental en la historia de Estados Unidos. Por ejemplo, bajo sus siglas gobernó Abraham Licoln, el presidente que abolió la esclavitud en el país. Sin embargo, Donald Trump promete romper por completo un partido con una larga historia a sus espaldas.
El partido en estos momentos se encuentra dividido en dos: los que apuestan por una formación populistas, abonados a teorías conspiratorias y las formas propias del expresidentes; y quienes apuestan por un conservadurismo clásico, con formas más propias de personalidades como John McCain. Dos estilos y retóricas completamente diferentes.
Al igual que se está viviendo en muchos países, la formación conservadora vive en estos momentos una crisis de modelo que se ve atraída sobremanera por la personalidad arrolladora y populista de Donald Trump.
3 ¿Habría que devolverle las redes sociales?
Quitarle las redes sociales a Donald Trump ha traído mucha paz y tranquilidad a Estados Unidos, pero cuando se legitima, al menos políticamente, sus acciones... ¿se permitirá volver a la arena política un discurso que vive de la continua polarización?
Por el momento, las redes sociales de masas como Twitter o Facebook impiden que el expresidente pueda comunicarse con el gran público a través de sus canales. Sin embargo, resulta incomprensible que, en un futuro, puedan impedirlo si se presenta como candidato. Aquí se abre la incógnita sobre el futuro del expresidente y, también, cómo actuará a partir de ahora. También qué tipo de presencia mediática tendrá en los medios de comunicación. ¿Buscará escenificar su victoria y apoyos entre el Partido Republicano?