El pasado 15 de feberero un chico de 19 años, Nicolás Cruz, entró a un instituto de Florida con un rifle de asalto y mató a 17 compañeros. Como respuesta a las matanzas que se suceden en los centros educativos de Estados Unidos, gran parte de la población ha salido a las calles para pedir que las armas dejen de ser legales en el país. Una nación cuya sociedad cuenta con más de 300 millonesde armas de fuego, lo que se traduce en que una tercera parte de las personas adultas dispongan de una pistola o incluso rifles.
Pero para Donald Trump que los estadounidenses porten armas no es ningún problema, es mas, considera que es un instrumento clave para que se defiendan de posibles atacantes. Este pasado martes se reunió con los familiares y víctimas de varias matanzas que han ocurrido en Estados Unidos y se mostró abierto a aprobar ciertas medidas de para el control de las armas, como mejorar los controles de antecedentes a quienes las compren o la prohibición de la venta de dispositivos que conviertan a las pistolas en metralletas.
Sin embargo, para el presidente ultraderechista la solución de los asesinatos masivos en los colegios es que los profesores lleven consigo armas de fuego e incluso que reciban cursos de formación en los que les enseñen a cómo utilizarlas en el caso de que suceda algún asalto. La idea le vino cuando el padre de un alumno dijo que la mejor solución para frenar a los asesinos era "armar a las personas en los centros educativos".
La reunión duró más de una hora y se pudo ver a través de la televisón. En su transcurso los padres, madres, amigos e incluso víctimas de las matanzas pudieron preguntar a Trump y también plantearle medidas para evitar baños de sangre. Hubo otras propuestas que iban en la línea que defiende la utilización de las armas como defensa personal. Andrew Pollack, padre de una adolescente que fue asesinada por Nicolás Cruz, aseguró que no era el momento de discutir las leyes, sino que tocaba "unirse al presidente y arreglar los colegios", refiriéndose a la idea de que alguien en los centros educativos debía portan armas de fuego.
La Constitución de EEUU recoge como derecho que la población porte armas de fuego
"Si el entrenador hubiese tenido un arma en su taquilla cuando fue a por ese tipo (refiriéndose a Nicolás Cruz) y hubiese disparado, todo habría acabado ahí", aseguró Trump. Y añadió que debatirían sobre la posibilidad de que los profesores llevasen consigo un arma oculta, convirtiendo a los centros educativos en un "lugar sin armas".
Aunque hubo otras propuestas que pedían todo lo contrario: el control sobre la compra de armas. Lo pidió Samuel Zeif, un chico de 18 años que vivió en primera persona la masacre del pasado miércoles en Florida. "Me desperté con la noticia de que mi mejor amigo había muerto y no entiendo cómo yo aún puedo ir a una tienda a comprar un arma de guerra. Un rifle de asalto. ¿Cómo es tan fácil para mí comprar este tipo de arma? ¿Por qué no paramos esto después de Columbine (matanza que sucedió en 1993)? ¿Después de Sandy Hook (masacre en la escuela de primaria en 2012)", se lamentaba.
Para el joven es normal que los estadounidenses lleven armas de fuego, ya que en su Constitución está recogido como un derecho para defenderse, así lo asegura la segunda enmienda. Asimismo cree que los rifles o metralletas "son armas de guerra" y no "armas para defenderse". Ante esta petición, Trump aseguró que se reforzarían los contorles de venta de armas para evitar que "los criminales se hagan con pistolas o rifles". Y es que muy fácil comprar armas de fuego en las tiendas, puesto que estas cuentan con tres días para comprobar los antecedentes del comprador, pero si no les ha llegado la documentación en ese periodo tienen que venderlas sin haber hecho ninguna comprobación.
Por el momento Trump firmó una orden el apsado lunes en la que impulsaba la prohibición de la venta de piezas que transformen un arma semiautomática en automática o lo que es lo mismo que una pistola o rifle se convierta en una ametralladora. Medida que defienden tanto republicanos como la asociación del rifle, entidad que apoya el propio presidente estadounidense.
