Trump ha tardado más de dos semanas en visitar Puerto Rico tras el paso del huracán María por la isla. Eso sí, como no podía ser de otra manera, esto ha dado mucho de que hablar.
La intención de la visita era clara: calmar los ánimos tras las críticas recibidas debido a la lenta gestión de la catástrofe por parte del Gobierno. A pesar de eso, Trump tuvo tiempo de hacer de las suyas con gestos de provocación y comentarios fuera de tono, algo que no hizo más que aumentar el descontento del pueblo.
La situación de Puerto Rico
Recordemos que el huracán se ha cobrado 34 víctimas mortales y ha causado destrozos que, según el gobernador Ricardo Rosselló, podrían ascender a 90.000 millones de dólares.
También se encuentran privados de electricidad a causa de la caída de la red eléctrica y cuentan con 50.000 personas que se han quedado sin hogar. Si juntamos esta crisis con la que ya existía previamente, con 73.000 millones de deuda y 50.000 millones más de agujero en el fondo de pensiones, el país está al borde del colapso.
El paso de Trump por la isla
Por lo que parece, los "números rojos" en los que se encuentra Puerto Rico para Trump no son suficientes, o eso dio a entender en su visita. El presidente quiso quitarle importancia a lo ocurrido comparando el huracán María con el Katrina.
Odio decirlo Puerto Rico, pero están haciendo que se vea desfasado nuestro presupuesto. Porque gastamos mucho dinero en Puerto Rico, pero está bien, hemos salvado muchas vidas
Esto lo comentó nada más llegar, en la base aérea Luis Muñoz. Además, para acabar de alimentar la tension, añadió: "Cada muerte es horrible, pero si miramos catástrofes reales como Katrina donde cientos y cientos de personas murieron y vemos lo que pasó aquí con un huracán como el que nadie nunca había visto, ¿Cuál es su total de muertes, 17? 17 personas comparado con miles. Usted (dirigiéndose al gobernador) debe sentirse muy orgulloso de como toda su gente y nuestra gente han trabajado en conjunto". Cabe decir que en el momento de su visita, el número de víctimas no había sido actualizado al número real.
Después de dar este discurso cargado de perlas, sobrevoló la zona afectada para realizar una evaluación de daños y visitó Guaynabo. En este municipio fue donde ocurrieron los hechos más deplorables de la visita de Trump. Fue cuando el presidente decidió visitar un centro de racionamiento de provisiones y se puso a lanzar rollos de papel higiénico como si estuviese lanzando pelotas a la canasta, tirando triples.
Trump arroja toallas de papel a damnificados de Puerto Rico. https://t.co/u0Fuq4W5vlVideo: NBC News pic.twitter.com/GkYig4Rj8e
— Newsweek en Español (@NewsweekEspanol) October 4, 2017
Tanto este gesto como otros comentarios que hizo posteriormente dejaron al pueblo sintiéndose humillado. Y es que no se le ocurrió otra cosa que comentar que para las próximas catástrofes deberían tener en cuenta que "el hormigón aguanta, la madera no". Esto es un duro golpe para la población de puerto Rico, que en muchas ocasiones no tienen material para construir viviendas de otros materiales, en las que muchos vivien de manera precaria.
Críticas al presidente
Ha habido muchos comentarios repecto al comportamiento que ha tenido Trump en su visita, y prácticamente todos han sido negativos. El político Chuck Schumer le pidió que deje de culpar a Puerto Rico de lo ocurrido y que haga un esfuerzo por ayudar realmente. Lo mismo he venido a decir el gobernador, que ha hablado de la necesidad de implantar un Plan Marshall para Puerto Rico.
Donald Trump ha tratado de reponsabilizar al estado de todo lo que les está ocurriendo, ligándolo con el dinero que deben a Estados Unidos. De momento han asegurado que en octubre se sabrá cuál va a ser el plan de actuación de los estadounidenses , aunque por lo que parece, el tema del "Plan Marshall" queda muy alejado.
