La crisis diplomática entre Corea del Norte y Estados Unidos está tomando los peores tintes de la época dura de la Guerra Fría. La última llega desde la Casa Blanca: tras criticar a sus antecesores, Trump ha enviado un enigmático mensaje, "solo una cosa funcionará".
Presidents and their administrations have been talking to North Korea for 25 years, agreements made and massive amounts of money paid......
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de octubre de 2017
"Los presidentes y sus Administraciones han estado hablando con Corea del Norte 25 años, se han alcanzado acuerdos y se han gastado enormes sumas de dinero"
...hasn't worked, agreements violated before the ink was dry, makings fools of U.S. negotiators. Sorry, but only one thing will work!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de octubre de 2017
"No ha funcionado, los acuerdos han sido violados antes de que secase la tinta, tomando el pelo a los negociadores de EE UU. Lo siento, ¡solo una cosa funcionará!"
Sus palabras apuntan, evidentemente, a buscar una salida militar a esta crisis, aunque se da la paradoja de que a ninguno de los dos gobiernos les interesa: a Corea del Norte, porque no tiene la superioridad numérica para ganar este conflicto; a Estados Unidos, porque realmente no obtendría ningún beneficio real (el norte no tiene recursos ni capacidad de atacar los intereses norteamericanos).
Por tanto, todo apunta a una guerra dialéctica en la que ninguna de las dos potencias nucleares quiere quedar atrás. En el norte de la península coreana saben que su programa nuclear es la vía de salvación para evitar una intervención militar extranjera y que el odio a los Estados Unidos mueve masas. Por ello, la postura de Trump es completamente positiva para los intereses del régimen.
Sin embargo, lo que funciona en casa, no funciona fuera. El problema que ahora está viviendo Corea pasa por la pérdida de aliados internacionales, en concreto China y Rusia, sus únicos apoyos, pero a la vez miembros del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto: amigos que pueden cortar sanciones.
Rusia, pero sobre todo China, temen realmente la posibilidad de una guerra nuclear que pueda llegar a afectar a sus territorios. La bomba H, de carácter termonuclear, que posee el Norte, puede llegar a territorio continental de Estados Unidos en cuestión de minutos. Un hecho que supondría una declaración formal de guerra nuclear, y una destrucción de territorio en ambas regiones sin precedentes.
"La calma antes de la tormenta"
Los últimos movimientos del presidente estadounidense están jugando al desconcierto. En un reciente encuentro con periodistas y altos cargos del Gobierno, con música clásica de fondo y copa de champán en la mano, el mandatario espetó lo siguiente: "quizás estamos viviendo la calma antes de la tormenta".
Las palabras dejaron atónitos a los reporteros que se encontraban en el evento, que contestaron lo siguiente: "¿Cuál es la tormenta, señor presidente? ¿El Estado Islámico? ¿Corea del Norte? ¿Irán?".
A ello, el magnate volvió a desconcertar con la siguiente respuesta: "Ya lo descubrirán", respondió el presidente. Nadie sabe si está actuando de farol para contentar a sus votantes o si realmente guarda un as en la manga que realmente pueda llevar a crear un conflicto internacional sin precedentes. Habrá que tener paciencia.