El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la creación de una base en la Luna con la que los astronautas puedan alcanzar Marte y colonizarlo. No es broma.
"Esta vez, no se trata solo de plantar nuestra bandera y dejar huella. Estableceremos una base para una misión a Marte y tal vez un día más allá", ha declarado en una alocución en la Casa Blanca, quizás emulando a Buzz Lightyear en 'Toy Story': "Hasta el infinito y más allá". El presidente es conocido por copiar discursos a películas como 'Una rubia muy legal'. No es broma.
Y es que la decisión del presidente llama la atención por el alto coste de dinero público que supone en mitad de todo un recorte de partidas destinadas a servicios sociales como la Sanidad. Una manera de frenar el plan Obama con el que se quería brindar de unos servicios mínimos a las clases más desfavorecidas.
Sin embargo, la colonización de Marte llevará tiempo. En todo un alarde de planificación, Trump ya ha anunciado que el plan pasará, en un primer momento, por un retorno de los astronautas a la Luna: "La directiva que estoy firmando hoy reenfocará el programa espacial de EEUU en la exploración humana y el descubrimiento. Marca el primer paso en el regreso de astronautas estadounidenses a la Luna por primera vez desde 1972", asegura.
Precisamente, la última vez que un estadounidense pisó la Luna fue en 1972, con la llegada del Apolo 17 a la superficie del satélite. Las cámaras pudieron grabar las tres caminatas de Eugene Cernan y Harrison Schmitt, aunque las imágenes generaron controversia y todo tipo de teorías conspiranoicas. Aún hay mucha gente que piensa que EE.UU. utilizó en realidad un plató con el fin de marcar un adelanto a la URSS en plena Guerra Fría.
En este caso, la cosa vuelve a ponerse seria y la Administración de Trump al completo se muestra entusiasmada con el nuevo plan: "Modificaremosla política de vuelos espaciales tripulados del país para ayudar a EE.UU. a convertirse en la fuerza principal en la industria espacial, obtener nuevos conocimientos del cosmos e impulsar tecnología creíble", ha asegurado el portavoz adjunto presidencial, Hogan Gidley.
Los planes de la Administración de Donald Trump no son nuevos. Ya en el pasado mes de octubre, el vicepresidente Mike Pence adelanto el interés de Washington en "enviar astronautas estadounidenses a la Luna, no solo para dejar detrás huellas y banderas, sino para construir las bases que necestiamos para mandar estadounidenses a Marte y más allá", volviendo a basarse en 'Toy Story', recuérdenlo.
Mike Pence preside el Consejo Nacional Espacial, un órgano de la Oficina Ejecutiva del presidente Trump, diseñada para potenciar las ambiciones espaciales estadounidenses.
Turismo a la Luna
A pesar de lo disparatado del nuevo anuncio de Trump, lo cierto es que los vuelos turísticos tripulados a la Luna serán una realidad en 2018. Una realidad, eso sí, para los bolsillos más pudientes.
La empresa que cuenta con la tecnología adecuada para estos viajes tan especiales se llama SpaceX y permitirá realizar vuelos privados por parejas con costes totalmente elevados.
La compañía no da datos, pero asegura que "dos turistas ya han contratado nuestros servicios", en lo que promete ser un capricho o extravagancia más dentro de las clases más pudientes de la sociedad.
